viernes, 31 de julio de 2015

- Lago de Xochimilco

Se localiza a 23 kilómetros al sur del Centro de la Ciudad de México. En Xochimilco cuyo nombre significa " lugar de la sementera florida", ofrece la oportunidad de apreciar naturaleza, monumentos históricos, tradiciones y cultura.

 A partir de la segunda mitad del siglo XIX, Xochimilco se convirtió en un paseo muy popular para los habitantes del Valle de México. En esta época, los canales que comunicaban las ciudades de Xochimilco y México eran frecuentados como paseo por las clases acomodadas de la capital. 

Sin embargo, al cegarse el canal de la Viga en 1938, el paseo entre las chinampas sólo podía realizarse en Xochimilco. Para entonces, se trataba ya de un paseo popular.

Este sitio que se caracteriza por conservar sus costumbres cuenta con canales turísticos donde se puede disfrutar de un paseo durante el cual se ofrece comida típica y música que interpretan la: marimba, salterio, mariachi, norteños y tríos.


TRAJINERAS DE XOCHIMILCO

Para un paseo se puede abordar la trajinera en los embarcaderos: Belem, Belem de las Flores, Caltongo, Cuemanco, Fernando Celada, Nuevo Nativitas, Salitre, San Cristóbal, Zacapa y Puente de Urrutia. Módulos de Atención Turística ubicados en los Embarcaderos: Fernando Celada, Nuevo Nativitas y Cuemanco, 

El lago de Xochimilco es uno de los cinco lagos que forman la cuenca lacustre del valle de México, en el centro de la República Mexicana. Aunque en la actualidad se encuentra reducido a unos pocos canales que riegan la mitad norte de la delegación Xochimilco y el poniente de Tláhuac (D.F.), su superficie abarcaba una parte importante de lo que hoy es Iztapalapa y Coyoacán.

El lago de Xochimilco estaba comunicado con otros dos de los cuerpos de agua del sistema. Al norte, un estrecho que separaba el cerro de la Estrella y la llanura aluvial de Churubusco le comunicaba con el lago de Texcoco. Al oriente, el límite con el lago de Chalco estaba formado por la isla de Tláhuac y el estrecho que separaba Tlaltenco de Tulyehualco. A diferencia del lago de Texcoco, cuyas aguas eran salobres, los lagos de Xochimilco y Chalco, en el sur de la cuenca, estaban formados por agua dulce. Ello no quiere decir que esta agua fuera potable, puesto que en el lago crecían muchas especies vegetales acuáticas que le daban mal sabor y peor color.

El principal uso del agua del lago de Xochimilco fue agrícola. En la época del preclásico mesoamericano este lago fue el principal abastecedor de verduras en el sur de la ciudad de Mexico por sus tierras de labranza en la superficie del lago que además son parte de la estampa emblemática de la cultura y tradición indígena del lago.

 En este lago se comenzó a desarrollar el sistema de cultivo conocido como chinampa, que se sigue empleando en la actualidad. Las chinampas consisten en una especie de islas artificiales construidas con estacas de ahuejotes y petate de tule, sobre los que se depositaba cieno de los bajos del lago. Ello les proveía de una singular fertilidad que permitía la recolección de varias cosechas anuales.

El lago de xochimilco en la actualidad se encuentra reducido a canales que son alimentados con aguas tratadas del cerro de la Estrella.

El lago de Xochimilco se alimentaba de las aguas de numerosos manantiales que bajaban de la sierra de Ajusco-Chichinauhtzin y el volcán Teuhtli. Sin embargo, a partir del Porfiriato (principios del siglo XX), los manantiales fueron canalizados para abastecer de agua a la ciudad de México. Por esa misma época quedaron concluidas las obras del Gran Canal del Desagüe, que terminaron por desecar extensas zonas de los vasos lacustres del centro de México, proceso del que no quedó exento el lago Xochimilco. También fue en este período cuando, para estimular el carácter turístico de Xochimilco1 se introdujeron especies vegetales (como el lirio acuático) y animales (como la carpa) que pusieron en grave peligro la supervivencia de las especies nativas como el axolote y el tule.
Mapa del lago Xochimilco detalle del mapa del Bruff/Disturnell de 1847.
A los problemas ambientales de Xochimilco no se les prestó la atención debida hasta finales de la década de 1980. En 1987, las chinampas de Xochimilco fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Tan lejos de lo que algún día fué,un lugar donde estos canales una abundante fuente de producción de plantas y vegetales para el consumo humano,así como también una gran producción en una gran variedad de flores, en la actualidad todo esto quedo reducido a un lugar de atracción turística y una escasa producción de cultivos. Uno de estos cultivos es la flor de Cempasúchitl, flor de gran popularidad en México mejor conocida como "flor de muerto" por el uso común que se le da en las ofrendas mexicanas durante las celebraciones del Día de Muertos.
Ubicación geográfica y administrativa

País(es)
Región
Cuerpo de agua
Afluentes
Alimentado con aguas tratadas del cerro de la Estrella
Efluentes
Sistema de Drenaje Profundo de la Ciudad de México
Dimensiones
Superficie
26,57
Profundidad
Media: 3-6 m
Máxima: 6 m
Altitud
2240

https://es.wikipedia.org/wiki/Lago_de_Xochimilco

miércoles, 29 de julio de 2015

- Recuperan medicina tradicional mexicana

Periódico Reforma / Staff / CIUDAD, 29 julio 2015

Recuperan medicina tradicional
Terapias milenarias como el temazcal, la aplicación de ventosas y los masajes con piedra caliente pueden recibirse durante estas vacaciones en las 24 Casas de Medicina Tradicional que buscan recuperar el conocimiento medicinal de los pueblos prehispánicos.
 El Gobierno del DF apoya la apertura de estas casas procurando su mantenimiento y reconociendo sus servicios.

Medicina tradicional, fundamental en la salud mexicana

La medicina tradicional forma parte del sistema real de salud de los mexicanos, junto a la académica (alópata, que se estudia en la Universidad, y homeópata, en el Instituto Politécnico Nacional), la casera y las llamadas alternativas, o complementarias, dijo Carlos Zolla, coordinador de Investigación del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC), de la UNAM.
Para el universitario, aquella constituye un recurso fundamental para la salud de la población en áreas rurales del país, así como en amplias zonas urbanas y semi-urbanas.
Es una de las más importantes del planeta. Por su flora medicinal, es la segunda o tercera en diversidad de especies en el mundo, y en América Latina, ocupa el primer lugar, comentó
Se estima que nuestro territorio tiene entre cinco mil y 10 mil especies medicinales, o potencialmente curativas. Sin embargo, afirmar que “medicina tradicional es igual a plantas medicinales”, no es del todo cierto.

Más que herbolaria medicinal, sostuvo, es un sistema de conceptos, creencias, prácticas, recursos materiales y simbólicos para la atención y tratamiento de diversos padecimientos o procesos desequilibrantes.
Todo eso y más se muestra en la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana, proyecto de la UNAM coordinado por Zolla y Arturo Argueta (Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias). Se basa en la obra impresa dirigida también por ambos investigadores en el entonces Instituto Nacional Indigenista (INI, hoy Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas). La enciclopedia digital se puede consultar en www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx
Patrimonio intangible y tangible
Componente esencial de una nación multicultural, patrimonio intangible y tangible, es heredera de las culturas prehispánicas. Francisco Hernández, protomédico de la Corona, por encargo de Felipe II, produjo una obra con más de tres mil plantas, gran parte de ellas medicinales, con información que le proporcionaron los médicos indígenas del centro de México, relató.
A través de los años, se ha nutrido de otras culturas médicas: la europea (la humoral, la renacentista), la africana, y más tarde, por las llamadas medicinas modernas. Ha variado también por los cambios en el perfil epidemiológico de las poblaciones, y por factores económicos, ecológicos, culturales y religiosos.

Hoy recibe la influencia de las alternativas o complementarias, como la de China y su acupuntura, la Ayurveda de la India, diversas formas de naturismo, la digitocumpura, la iridología y la fitoterapia (flores de Bach), entre otras. De pronto, éstas “se emparentan con prácticas de la medicina ancestral del pueblo mexicano”.
Los médicos tradicionales son conocidos popularmente como curanderos, parteras, hueseros, hierberos, rezanderos, sobadores o graniceros. En algunas lenguas indígenas se les llama h’men (mayas), mara’akáme (huicholes), e h’ilol (tzeltales, tzotziles).
Son un recurso extenso, importante numérica y técnicamente y, sobre todo, culturalmente. En un estudio del INI en estados del país donde había unidades médicas rurales del IMSS-Coplamar (hoy IMSS-Oportunidades), Zolla detectó que la relación de médico tradicional-unidad médico rural, fue de cuatro a uno.

Hace unos 10 años ejercían 13 mil médicos rurales y tres mil 25 alópatas en territorio nacional, sin contar Nuevo León, Tamaulipas y Zacatecas. No se incluyeron porque el INI no tenía entonces infraestructura en esos sitios.
¿Cómo diagnostican, cómo generan apoyo psicológico, psicosomático en sus pacientes? Además de compartir claves culturales (misma lengua, creencia en santos y en lugares peligrosos o benéficos), el médico tradicional usa sus sentidos: palpa, mira, huele, platica, utiliza el sueño (del paciente o de él) y, naturalmente, dialoga con el paciente o con un acompañante.
Aunque las plantas son uno de sus recursos materiales y simbólicos más conocidos,  tiene también animales y minerales medicinales, así como la hidroterapia (temazcal, toritos, baños de tina, de asiento, termales).
El campo de demanda de atención de la medicina tradicional es mucho mayor que el de las enfermedades: no sólo atiende situaciones patológicas, sino también procesos normales (embarazos, partos, puerperio) y procedimientos desequilibrantes.

Para la medicina tradicional, explicó Zolla, nos movemos permanentemente entre el frío y el calor, de modo que hay estados corporales, enfermedades, plantas, alimentos, bebidas y medicinas frías y calientes.
El embarazo es un estado transitorio de calor. Al momento del parto, la mujer pierde temperatura, y para que este proceso no sea abrupto, se recomienda caldo de pollo o guajolote, que son calientes; no comida de cerdo, que es fría, indicó el universitario.
La hidropesía y los males reumáticos son fríos. Están asociados al mundo de Tláloc (a la lluvia, la humedad, la parte inferior del mundo). En cambio, el sarampión, que trajeron los españoles, es considerado caliente.
Lo caliente o lo frío no necesariamente está relacionado con la temperatura. El granizo, por la sensación quemante que tiene al tacto, se clasifica dentro del calor.
Campo ritual
La medicina tradicional participa también en un campo ritual que va desde ceremonias en la milpa para obtener buena cosecha para la sobrevivencia, hasta rituales de limpia de personas y lugares (la casa de los recién casados para una vida feliz en pareja).
Hay, asimismo, mitos instalados en relación a un consejo terapéutico. Zolla refiere un caso: en Chiapas, después de una sudorosa jornada de trabajo, es mejor pasar por un puente, aunque esté más alejado de la población, y no cruzar el río, porque “los chaneques te pueden dañar y enfermarte”. El mito juega, propicia una conducta preventiva.
En la tradicional, como en la práctica de la alópata, el sistema de creencias no es irracional. En ambos casos, para el universitario hay mecanismos de eficacia simbólica. Algunos consultorios médicos tienen toda una escenografía que incluye diplomas de la UNAM, de Harvard y/o Princeton, cuya eficacia simbólica (este soy yo, el de los títulos) incita al paciente a tenerle confianza al médico.

La primera es “de bajísima tecnología” frente a la que se ejerce en cualquier hospital, que cuenta con tomografía, resonancia magnética nuclear, espectrometría de masas y pruebas de ADN.
El temazcal, ejemplificó, tiene una serie de méritos terapéuticos pero es bastante sencillo tecnológicamente. “Dentro de una pequeña habitación se calientan piedras y se les echa agua para producir vapor”.
No hay “buenas estadísticas” sobre cuántos mexicanos recurren a la medicina tradicional (utilizan plantas para curarse o consultan al curandero). Sin embargo, para dar una idea, se refirió a dos encuestas que realizó por encargo del ISSSTE a fines de la década de los 80 en Magdalena Contreras y Coyoacán.
Más del 50 por ciento de los derechohabientes que concurrían a la consulta de medicina familiar, tenía algún tipo de contacto con la tradicional. Además, en áreas rurales el médico más importante era el curandero o la partera; en zonas urbanas, el curandero-huesero. Las mujeres se atendían del parto en las unidades hospitalarias alopáticas.
Finalmente, apuntó que debido a los fenómenos migratorios que ha tenido México, el sistema real de salud de los chilangos tiene una fuerte influencia de la medicina tradicional, que trae la gente del campo a la ciudad.
 Dirección General de Comunicación Social UNAM

http://www.saludcronica.com/nota.php?id_nota=2822

martes, 28 de julio de 2015

- LA GUELAGUETZA (Fiesta en Oaxaca)

OAXACA, 28 julio 2015.- Con las dos presentaciones de al menos 30 delegaciones de las 8 regiones de Oaxaca que realizaron sus bailes más representativos, ayer se cerró la edición 2015 de la Guelaguetza. Por segunda semana consecutiva. este evento, que ayer fue custodiado por 6 mil elementos de las Policías federal, estatal y gendarmería, durante unas ocho horas, la máxima fiesta de los oaxaqueños ofreció un espectáculo folclórico, que cerró con fuegos artificiales.

Guelaguetza es una celebración que tiene lugar en la ciudad de Oaxaca de Juárez, capital del estado mexicano de Oaxaca.

La Guelaguetza forma parte de los cultos populares a la Virgen del Carmen, razón por la que se celebra los dos lunes más cercanos a la festividad de esta advocación Mariana (el 16 de julio). Otro nombre con que se conoce la Guelaguetza es el de Los lunes del Cerro, puesto que el corazón de la festividad es el cerro del Fortín, que domina el centro de la ciudad de Oaxaca. La palabra “guelaguetza” deriva del zapoteco guendalizaá, que significa “cooperar”, pero en su concepción más amplia es una actitud, una cualidad con la que se nace, un sentimiento por medio del cual el zapoteca ama a su prójimo, un sentimiento de hermandad, de compartir la naturaleza y la vida. En esta celebración participan grupos folclóricos de las ocho regiones del estado, portando vistosos trajes que llevan orgullosos.

Orígenes de la Fiesta
El origen de esta celebración proviene de los indígenas oaxaqueños, quienes veneraban a “la diosa del maíz”: Centéotl, a quien le realizaban grandes honores, ofrendas y presidía las fiestas. Al llegar los españoles a esta tierra y establecer la religión cristiana, los monjes franciscanos y dominicos prohibieron las prácticas dedicadas a esta diosa y construyeron el templo católico dedicado a la Virgen del Monte Carmelo -hoy templo del Carmen Alto- y ofreciendo a los indígenas el rendir culto a la Virgen del Carmen.
Cintéotl o Centéotl palabra que en náhuatl significa “dios del maíz”, en la mitología mexica, en ocasiones es considerado como un ser dual, hombre y mujer, o bien solo del sexo masculino; mientras en sexo femenino pasó a ser Chicomecóatl, que según la Cosmogonía mexica nació de la unión de Piltzintecuhtli, dios de los temporales, y Xochiquétzal, diosa de la belleza, de las flores, de la juventud y de la fertilidad, patrona de las jóvenes, del embarazo, de los partos y de los oficios de las mujeres, que tras su nacimiento se refugió bajo la tierra convirtiéndose en distintos sustentos, de entre ellos, el maíz divinizado. Entre sus diversos cultos se le celebraba junto a Chicomecóatl, la diosa de la agricultura, de las cosechas y de la fecundidad.

La del “Lunes del Cerro” es la máxima fiesta de los oaxaqueños, que se celebran los dos últimos lunes de julio. Se trata de una ancestral tradición con raíces prehispánicas relacionada con las ceremonias de agradecimiento a los dioses por las buenas cosechas.
La Guelaguetza congrega en el Cerro de Fortín delegaciones de todas las regiones del estado, las cuales brindan lo mejor de sus productos, sus vestidos, su música y sus danzas.

También se le conoce como guelaguetza al apoyo en especie (chile, maíz, frijol, etc) que es realizado en las comunidades cuando se realizan festividades, este apoyo es recíproco, es decir, cuando se le brinda a la persona que lo requiere, esta está obligada a devolver el apoyo que se le fue dado, las personas de las comunidades lo realizan como una forma de mostrar interés a sus costumbres o por lo que su familiar está haciendo o celebrando, por lo regular el apoyo de la Guelaguetza se da en las fiestas, al igual que en los velorios, solo que el apoyo cambia, es decir que las personas que lo reciben ya no están obligadas a devolverlo, pues es tomado como una forma de demostrar el pésame por la persona fallecida. Guelaguetza es una palabra zapoteca que denota el acto de participar cooperando; es un don gratuito que no lleva consigo más obligación que la de la reciprocidad.

La Guelaguetza de los Lunes del Cerro se expresa en la ofrenda a la Ciudad de Oaxaca que hacen grupos representativos de las ocho regiones tradicionales:

Los Valles Centrales, La Sierra Juárez (Norte), La Sierra Sur, La Cañada, Tuxtepec, La Mixteca, La Costa y el Istmo de Tehuantepec. Cada delegación presenta una muestra de su patrimonio cultural a través de bailes que ejecutan al son de la música y los cantos que les son propios, vistiendo indumentaria de gala de sus respectivos pueblos. Al terminar, cada grupo distribuye entre el público su "Guelaguetza" compuesta por objetos característicos de sus respectivas regiones.

Partiendo del Parque “El Llano” Desfile de Delegaciones Regionales Alrededor de 1,000 jóvenes, integrantes de cada una de las ocho regiones desfilan ataviados con sus trajes regionales y acompañados por sus bandas de música recorrerán las calles de: Avenida Juárez, Constitución, Gurrión y Macedonio Alcalá, hasta llegar al Zócalo de la ciudad, concluyendo en la Av. Independencia.
► La Leyenda”Historia de una joven zapoteca enamorada de un príncipe mixteco, que fue sacrificada y de quien la ciudad capital toma su imagen. Evento coordinado por Turismo Municipal.

► Parque “El Llano” Fiesta del Mezcal Evento coordinado por la Asociación de Productores y Envasadores de Mezcal en el que se exponen y comercializan las más variadas presentaciones de la bebida que por tradición y origen ha dado fama a Oaxaca en todo el mundo.
► Plaza de la Danza: Festival del Tejate y Tamal de San Andrés Huayapam En este evento participa la Unión de Tejateras y Tamaleras de ese Municipio, así como la banda de música y el grupo folklórico de la misma población. Recientemente se han agregado a estas fiestas otros espectáculos folklóricos para esparcimiento popular, tales como el desfile de las delegaciones organizado a la manera de la Calenda tradicional y que se lleva a cabo el sábado anterior al primer lunes.


Esta calenda la encabeza la "marmota", que es un gran farol esférico cubierto de tela, los "gigantes", las "chinas oaxaqueñas", mujeres de la ciudad portando canastas enfloradas acompañadas de su banda de música y los coheteros; les siguen las demás delegaciones, cada una de ellas precedida de la música propia de su región.
Al día siguiente que es domingo, se realiza en la Plaza Central la elección de la representante de la Diosa Centéotl que presidirá las fiestas. En este acto contienden una aspirante de cada delegación. En este certamen no se busca elegir a la más bella o a la más suntuosamente ataviada, sino a la más representativa y conocedora de la tradición de su pueblo.


Por las noches ese mismo día se realiza el Bani Stui Gulal* (repetición de la antigüedad) que era una representación de la historia de los Lunes del Cerro en sus diferentes épocas.
El lunes a las cinco de la mañana, los "chirimeteros" de los Valles Centrales, tocan las "mañanitas" al cerro, con pitos, tambores y chirimías, mientras la gente empieza a llegar al cerro, en donde toman un suculento almuerzo oaxaqueño, antes de entrar al auditorio en el que la marimba y los chirimeteros ofrecen una audición a los asistentes. A las diez de la mañana da inicio la Guelaguetza.
Por la tarde, en el mismo auditorio tiene lugar la presentación de la leyenda de la Princesa Donají, hija del rey zapoteca Cosijoezay de la princesa Coyolicatzin.

Entre el primer lunes y su octava tienen lugar diversas actividades tales como muestras gastronómicas y artesanales y representaciones costumbristas de las más diversas comunidades del estado, así como exposiciones, conciertos y otra serie de eventos de trascendencia cultural organizada por las instituciones que difunden la cultura de Oaxaca en todas sus manifestaciones.
En la "Octava" o segundo Lunes del Cerro, se repiten el "Bani Stui Gulal", la "Guelaguetza" y la "Leyenda de la Princesa Donají".
En las fiestas del los Lunes del Cerro se vuelca el entusiasmo popular por continuar con las antiguas tradiciones.
En el Estado de México en el municipio de Chimalhuacán se ha llevado a cabo desde hace seis años esta feria, para esto el municipio ha otorgado los medios necesarios para llevarla a cabo.
Los cuerpos robustos de las chinas oaxaqueñas, sus enormes sonrisas, faldas largas y su gracia para bailar encantaron a los habitantes de Vidrieros y demás chimalhuaquenses, quienes caminaron junto a los artistas, integrantes del grupo de danza folklórica Princesa Donáis, durante el recorrido previo al inicio de los bailes de la Guelaguetza.
En la tradicional Calenda, acompañados de la Banda Mixe, los asistentes caminaron por las calles de Mayaquén, Manuel Alas y Organización Popular, encabezados por una pareja de gigantes oaxaqueños que bailaron al ritmo de los sones y bailes de su tierra.
De esta manera el Gobierno Municipal y la Dirección de Cultura dieron inicio a la Guelaguetza, festival cultural en el que se fusiona desde hace nueve años la tradición y cultura de Oaxaca y Chimalhuacán.
La selección de la música, bailes y sones de las ocho regiones representativas de Oaxaca dieron colorido a la festividad en la que hombres y mujeres ataviados con trajes distintivos, mostraron la diversidad de ritmos y bordados que caracterizan a cada región.
En este ya tradicional festejo participaron representantes de las ocho delegaciones municipales quienes repartieron a los espectadores comida y antojitos típicos de Oaxaca.
El evento culminó con la participación de dos grupos artísticos, los ballet folklóricos Huixamatli Yoxipa y Maceyoletzin y un baile popular, así como con la venta de artesanías y la muestra gastronómica donde hubo mezcal, tamales de nenepil, rajas con leche, enfrijoladas, nieve oaxaqueña de sorbete y otros deliciosos alimentos