martes, 25 de diciembre de 2018

- Tlalpujahua: esferas en pueblo minero


La palabra Tlalpujahua viene del náhuatl tlalli (tierra) y poxohuac (esponja, fofa) por lo que su nombre significa tierra de tezontle o tierra bofa o esponjosa, seguramente por las características de los suelos donde está asentada esta población. Altura media 2.595 ms. Su nombre en otomí es Xijumú. Los primeros pobladores del territorio fueron indígenas mazahuas y durante la época prehispánica, el territorio fue altamente conflictivo por encontrarse en la frontera de los imperios tarasco y azteca. Los españoles derrotaron a los tarascos en 1522 y comenzó la época colonial de Tlalpujahua, que cuenta con 27.587 habitantes.

En 1831 alcanzó la categoría de municipio y a finales del siglo XIX fueron descubiertas las principales vetas de metales preciosos que llevarían prosperidad y tragedia La gente se refiere a Tlalpujahua como el pueblo que se negó a morir: 
El 27 de mayo de 1937 se produjo una tragedia en Tlalpujahua, cuando un alud de agua y lodo lo arrastró todo a su paso en medio de un fuerte temporal. 
Los materiales arrastrados fueron los desechos de la explotación minera, almacenados de manera insegura en las márgenes del río.

Una antigua iglesia en la que se veneraba a la Virgen del Carmen quedó sepultada debajo de varios metros de tierra, sobresaliendo solo la torre por encima de la superficie, siendo llamada desde entonces la “iglesia enterrada”. 
No se sabe exactamente cuando fue construida la iglesia, creyéndose que fue la capilla de una importante hacienda y su primera mención en documentos eclesiásticos data de 1742.

Fue designado Pueblo Mágico el 27 de junio de 2005 por su acogedor aspecto actual, que durante más de 3 siglos fue sitio de bonanza minera con vetas de oro y plata.
Hay varias fábricas de esferas navideñas, siendo esta actividad una de las más importantes para la economía de Tlalpujahua, además de algunas otras actividades como la elaboración de finos trabajos de cantera.
Tlalpujahua es un pueblo mágico, minero y artesanal, proyectado entre montañas y bosques. De aire colonial con sus fachadas de cantera rosa y casa también de las mariposas monarcas.
Reconocido por la elaboración de esferas, este poblado michoacano se encuentra a 194 kilómetros o 2 horas y media de la Ciudad de México.
Lugares para visitar en Tlalpujahua:
1 Santuario del Carmen: Construcción barroca del siglo XVIII. Desde su atrio se obtiene una hermosa vista del lugar y sus alrededores. Por la noche, se ofrece un espectáculo de luces.
2 Convento  de San Francisco: Del siglo XVII. Ahí vivió y murió el poeta novohispano Fray Manuel Martínez de Navarrete, de quien se exhibe una efigie en el patio central del convento.

3 Ruinas o torre del Carmen: Primera iglesia de Tlalpujahua , consumida en el incendio de 1939. Sólo se salvó la imagen de la Virgen que ahora luce en el altar mayor del Santuario del Carmen.
4 Iglesia de Santiago Puxtla: Edificio del siglo XVI que originalmente se destinó a los indígenas.

5 Museo Hermano López Rayón: Antigua casa natal de los líderes insurgentes.
6 Presa Brockman : Donde predominan los pinos, puedes dar un paseo a caballo, andar en bicicleta, acampar o dar un paseo en lancha por sus tranquilas aguas.
7 Mina Dos Estrellas: Para conocer el trabajo minero. Entra a un socavón y visita su museo.
8 Parque Nacional Campo de Gallo: Decretado Parque Nacional Rayón en 1952. Aquí los hermanos Rayón  establecieron su cuartel general, ideal para días de campo.
9 Sierra Chincua: Aquí podrás admirar a la mariposa monarca sobre todo en enero y febrero.
No dejes de probar la cabeza de res y barbacoa cocidas en horno de adobe, los uchepos, corundas y la sopa de hongos, así como visitar un taller artesanal de vidrio soplado, donde nace la magia navideña.
Admira también el arte plumario, técnica de origen prehispánico que aún se realiza en Tlalpujahua. Encontrarás también piezas de cerámica, platería, cantera y alfarería.

Aprovecha también la cercanía para visitar otro pueblo mágico con gran historia minera: El Oro, ubicado a 15 minutos de este destino. 
*De octubre a diciembre se realiza la Feria del Esfera, en la que podrás adquirir todo lo necesario para la Navidad. 
Como dato curioso, aquí se realizan alrededor de 20 millones de esferas cada año, elaboradas en cerca de 250 talleres familiares.
-El Santuario de Nuestra Señora del Carmen
El templo original fue construido durante la primera mitad del siglo XVII y contaba con una torre que fue destruida por un rayo en el siglo XIX. Estaba dotado también de bellos retablos y de valiosos ornamentos y piezas de consagrar de plata, que fueron desapareciendo en medios de las guerras o fueron vendidos por los sacerdotes para sufragar los costos de reconstrucción. 
La torre actual es de hermoso color rosado, que contrasta con los tonos marrones de la fachada principal. Su decoración interior, realizada a comienzos del siglo XX por un artista tlalpujahuense, es única en Michoacán.
-El Convento Franciscano de Nuestra Señora de Guadalupe
Este convento franciscano del siglo XVII fue consagrado en principio a San Francisco de Asís y actualmente funciona como Santuario de Guadalupe. 
El atrio es bardeado y la fachada del templo es sencilla, con un remate curvilíneo y una puerta con un arco de medio punto encima de la cual está la ventana del coro y un nicho con un relieve de la Virgen de Guadalupe. El poeta novohispano y fraile franciscano michoacano, Manuel Martínez de Navarrete, fue guardián del convento de Nuestra Señora de Guadalupe y en su recinto escribió algunos de sus poemas neoclásicos más notables.
-La fabricación de las esferas navideñas:
Tlalpujahua es famoso por el trabajo en vidrio soplado que realizan sus artesanos. Además de esferas navideñas, en talleres como el de Martín Marín encontrarás todo tipo de objetos elaborados con esta técnica.
Es posible que las esferas de tu árbol de navidad provengan de Tlalpujahua. El señor Joaquín Muñoz Orta, tlalpujahuense de nacimiento, estuvo radicado un tiempo en Chicago, Estados Unidos, donde se familiarizó con la elaboración de esferas para árboles de navidad. En los años 1960, Muñoz Orta y su esposa retornaron al terruño e instalaron un modesto taller de esferas en su casa de Tlalpujahua. 
La fábrica actualmente produce casi 40 millones de esferas al año, siendo la más grande de Latinoamérica. El pueblo se enganchó con la fabricación de esferas y surgieron otras empresas medianas y pequeñas. Puedes visitar estas fábricas y comprar tus bolitas para el próximo arbolito.
Otro tipo de artesanías que verás es el arte plumario, una asombrosa técnica que se utiliza para crear cuadros enteros con plumas de aves. Si quieres conocer más acerca de estas artesanías, te sugerimos visitar el taller de Luis Olay.

Si te gusta la cerámica, puedes darte gusto en las tiendas de artesanías de Tlalpujahua, en donde hay piezas de este material con extraordinarios diseños. Si prefieres el barro, te recomendamos visitar el taller de Gustavo Bernal, ubicado en la carretera rumbo El Oro.
- La Mina Las Dos Estrellas
Esta mina de oro fue descubierta en 1899 y fue la más importante del mundo entre los años 1908 y 1913. El yacimiento fue explotado con las tecnologías más adelantadas para la época y la minería generó una época de gran bonanza en Tlalpujahua de Rayón, llevando a la localidad la energía eléctrica y el teléfono. 
El nombre de Dos Estrellas hace alusión a su propietario, un empresario francés, y su mujer. Aunque en ese tiempo no se llevaban estadísticas de seguridad, se cree que en las operaciones mineras moría un trabajador casi a diario. 
Puedes recorrer la mina en una visita guiada y también hay un museo instalado en las viejas dependencias, en el que se muestra el equipamiento tecnológico y las herramientas de trabajo de la época.
*Crónica de una visita a la mina: Acudimos a la Mina Las Dos Estrellas al regresar de nuestra excursión a la Sierra Chincua para visitar el Santuario de las Mariposas Monarcas. Al llegar nos unimos a uno de los grupos que orientados por un guía, recorren las viejas instalaciones de la mina. 
En el "socavon" o lugar de entrada a la Mina las Dos Estrellas, a la izquierda la capilla a la Virgen
El socavón es el primer lugar que visitamos; ataviados con nuestros cascos nos adentramos por este túnel bien ventilado e iluminado, caminando 120 metros, hasta llegar a una pequeña cueva donde se encuentra una imagen de la Virgen del Carmen patrona de los mineros.
El guía nos contó la historia del funcionamiento de esta mina, que siendo propiedad de un francés, llegó a contar con el trabajo de cinco mil mineros que laboraban en condiciones insalubres y miserables a pesar de contar con la tecnología más moderna para la extracción de oro y plata.
Las pinturas que el visitante va descubriendo al visitar la mina: el mundo duro de los mineros: