viernes, 25 de enero de 2019

- Jóvenes indígenas y sus demandas en la JMJ 2019


“Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza con valentía”, así intitularon su mensaje los participantes del Encuentro Mundial de la Juventud Indígena (EMJI 2019), celebrado en Soloy, Ngäbe-Bugle, Panamá.


Jóvenes indígenas católicos de doce países, representando a cuarenta pueblos originarios, rescataron la memoria viva de sus pueblos, la importancia de vivir en armonía con la Madre tierra y ser protagonistas en la construcción del otro mundo posible.
Tras recibir el mensaje del Papa Francisco al inicio del EMJI donde invita a la juventud indígena a “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”, los jóvenes reunidos en Panamá mostraron su adhesión y alegría a las palabras del Pontífice.
Durante el EMJI 2019, no faltaron las denuncias a las numerosas violaciones a la dignidad de los pueblos originarios: invasiones y explotación de territorios originarios, gobiernos que violan las leyes de protección ciudadana, las transnacionales y los grandes proyectos económicos que violan a la Casa Común a través de la minería, deforestación, construcción de hidroeléctricas y el turismo invasivo.
“Así mismo, reconocemos con dolor que las autoridades y gobiernos, quienes deberían de cuidar a la población en general, especialmente a los más débiles, crean alianzas con poderes económicos para llevar a cabo sus intereses individuales marginando a los demás”, dicen en su comunicado final los pueblos originarios.
“Sentimos el sufrimiento que vive particularmente el pueblo Naso y Emberá en Panamá por la falta de respuesta del gobierno para la demarcación de su territorio, la masacre de los pueblos indígenas en Brasil, especialmente los Guarani, Kaiowa y Karipuna que viven con una amenaza inmediata de genocidio y la masacre de los jóvenes nicaragüenses por defender los derechos de sus pueblos”, abundan más adelante.

De igual manera los jóvenes indígenas católicos se mostraron preocupados por la amenaza y el asesinato de líderes indígenas “cuando defienden los derechos de sus pueblos y la Madre Tierra”.

Entretejidos en la Casa Común
En la parte central del comunicado de la EMJI 2019, los jóvenes indígenas, exigieron el respeto a su diversidad, cosmovisiones y modos de vivir, manifestados en las practicas del Buen Vivir. “De la misma forma nosotros como pueblos indígenas reconocemos que la tierra es nuestra madre, por eso demandamos el cuidado de la Casa Común para que todos los pueblos tengan vida y un futuro que ofrecer a las nuevas generaciones debido a que en esta tierra estamos entretejidos”, puntualizan en su comunicado.
Luego, han hecho un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general que se reconozcan y demarquen los territorios indígenas, y proporcionen una educación que respete las culturas de los pueblos originarios como culturas distintas, con sus propias riquezas y sabidurías.
“A nuestra querida Iglesia, pedimos los espacios apropiados para vivir nuestras espiritualidades, desde nuestras cosmovisiones, herencias de nuestras abuelas y abuelos, y el respeto a las teologías particulares de nuestros pueblos, frutos de la síntesis entre nuestra fe ancestral y la plenitud de nuestra esperanza en la persona de Jesucristo”.
“¡Ha llegado el momento de vivir con alegría el rostro indígena de la Iglesia!”

Una fiesta de espiritualidad e inclusión social

Se espera que aproximadamente 1,700 jóvenes indígenas de varios países del mundo participen en el encuentro.
El EMJI busca fortalecer la inclusión social de la población indígena. Tendrá lugar del 17 al 21 de enero de 2019, en la comunidad de Soloy, de la comarca Ngäbe-Buglé
La preocupación por la digna participación indígena en las Jornadas Mundiales de la Juventud siempre ha sido de interés para la Iglesia católica. Ante esta inquietud, nace el primer Encuentro Mundial de la Juventud Indígena 2019 (EMJI), como parte de la pre-jornada de la JMJ Panamá 2019.
‘UNO DE LOS OBJETIVOS ES LA FORMACIÓN DE LÍDERES INDÍGENAS JÓVENES EN SERVICIO A LA IGLESIA Y SOCIEDAD Y, POR ÚLTIMO, EL AUMENTO DE CONCIENCIA EN LA IGLESIA Y EN LA SOCIEDAD DE LOS DONES DE LA JUVENTUD INDÍGENA’,JOSÉ FITZGERALDPRESIDENTE COMITÉ ORGANIZADOR
El padre José Fitzgerald, presidente del Comité Organizador del EMJI 2019, informó que el encuentro es un hito importante, ‘ya que será la primera vez que una prejornada de la JMJ se organiza para recibir exclusivamente a los jóvenes de los pueblos originarios del mundo’.
La reunión se llevará a cabo durante los llamados ‘días en las diócesis’, del 17 al 21 de enero de 2019, en la comunidad de Soloy, en la comarca Ngäbe-Buglé, bajo el lema ‘Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza con valentía’.
Se espera la participación de 1,700 jóvenes indígenas de varios países del mundo en una actividad que es exclusiva para los jóvenes indígenas. Sin embargo, la ‘Aldea Indígena’ será un espacio de encuentro entre los jóvenes indígenas y no indígenas en la ciudad de Panamá durante el Festival de la Juventud, que se desarrollará del 22 al 27 de enero.
Fitzgerald manifestó que el evento tiene varios objetivos, entre ellos ‘fortalecer la inclusión social de la población excluida en la Iglesia y la sociedad; la formación de líderes indígenas jóvenes en servicio a la Iglesia y la sociedad y, por último, el aumento de conciencia en la Iglesia y en la sociedad de los dones de la juventud indígena’.
El sacerdote destacó que se espera fortificar la colaboración e intercambio de los pueblos nativos en la sociedad y en la Iglesia por medio del proceso de organización de la EMJI.
ACTIVIDADES
Durante el EMJI, corresponderá a los distintos pueblos presentar en forma artística (fotos, arte, poesía, danza, canto, etc.) los testimonios vividos al confrontar con éxito los desafíos pasados y actuales de los jóvenes.
El encuentro tendrá como escenario las montañas de la comarca Ngäbe, al lado del río Fonseca. Los peregrinos tendrán la oportunidad de sembrar varias clases de árboles en el lugar, ‘como signo de su compromiso a seguir viviendo en armonía en nuestra Casa Común’. Parte de la preparación para el EMJI será reflexionar sobre estos procesos y expresiones, para compartirlos con los demás pueblos.
Los 1.700 participantes del EMJI serán jóvenes indígenas de varios países del mundo, acompañados por agentes de pastoral y asesores. Un sub-grupo de los participantes EMJI serán los 200 líderes formados por medio de procesos de capacitaciones y de la metodología ‘aprender haciendo’, para ser protagonistas de los varios niveles de organización y en comisiones de trabajo, de manera tal que la experiencia organizativa y el liderazgo tenga un impacto más allá del EMJI.
Sabiduría desde las propias culturas
P.- ¿Cuáles actividades específicas se realizarán durante la pre-jornada para promover la reflexión y celebrar la fe en Cristo desde la riqueza milenaria de las culturas indígenas? 
R.-El lema del EMJI es “Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza con valentía”. Viene de las palabras del papa Francisco a los voluntarios, al terminar la JMJ en Cracovia, en 2016.  El lema da los parámetros de la reflexión previa y del mismo encuentro, donde los jóvenes reflexionarán sobre los retos actuales a la luz de la fe cristiana y la gran sabiduría de sus propias culturas. 
        Algunos temas incluyen:
·         La identidad indígena: Para la gran mayoría de los jóvenes indígenas, su etnia ha sido y sigue siendo una causa de discriminación en sus respectivos países. Los jóvenes indígenas a nivel mundial están experimentando una crisis de identidad estando entre dos mundos: su cultura particular y la sociedad en general. Durante el EMJI los distintos pueblos presentarán en forma artística (fotos, arte, poesía, danza, canto, etc.) los testimonios vividos al confrontar con éxito los desafíos pasados y actuales.
·         Cuidar la ‘Casa Común’: La integridad del ambiente en los territorios indígenas está en perpetua amenaza por las políticas energéticas (hidroeléctricas en los ríos) y de extracción (minerías metálicas, petróleo). Las ‘áreas verdes’ del mundo coinciden con la presencia indígena, por ser culturas que buscan la vivencia armónica con la naturaleza. Fortalecer las sabidurías de los varios pueblos referentes a la vivencia armónica con la creación es uno de los ejes principales del EMJI.
·         Síntesis entre la fe cristiana e indígena: Con una fidelidad a los dos amos (indígena y cristiano), los pueblos indígenas mantienen procesos de síntesis entre su fe ancestral y cristiana, que resultan en expresiones de la fe en Cristo desde las culturas particulares, donde estos dos amos se encuentran en armonía y sin contradicción. Parte de la preparación para el EMJI será reflexionar sobre estos procesos y expresiones, para compartirlos con alegría con los demás pueblos.
Una preocupación con una larga historia
P.- ¿Cómo pueden participar los jóvenes indígenas interesados?
La JMJ tiene una larga historia. En Argentina, Brasil, Australia, Canadá, etc; la Iglesia se preocupó por la digna participación de los jóvenes indígenas en la JMJ. Con el EMJI será la primera vez que una pre-jornada de la JMJ se prepara para recibir exclusivamente a los jóvenes indígenas del mundo.Tenemos la esperanza de que, por medio del Dicasterio de Familia y Vida podamos continuar la experiencia, aunque dependerá mucho de dónde será la próxima sede de la JMJ.
El apoyo de los obispos
P.- ¿Qué obispos de la pastoral indígena están más vinculados al EMJI 2019?
R.- Todos los obispos de Panamá aprobaron con entusiasmo la organización del EMJI durante su asamblea ordinaria en enero 2017. Monseñor Pablo Varela es el presidente de CONAPI. El cardenal José Luis Lacunza, ordinario de la Diócesis de David, abrió la puerta para tener el encuentro en la zona indígena de la diócesis y ha apoyado la organización del mismo. Los obispos encargados de pastoral indígena en los respectivos países, a lo largo del continente, confirmaron su compromiso en apoyar el EMJI durante el Simposio de Teología Indígena que se realizó en Paraguay, en septiembre 2017. Monseñor Felipe Arizmendi, obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, de México, encargado de Pastoral Indígena a nivel de CELAM, ha apoyado el EMJI desde las primeras conversaciones.
Entre los objetivos de todo el proceso formativo y organizativo (no solamente el encuentro en sí), se destacan: la inclusión social de la población excluida en la Iglesia y en la sociedad; la formación de líderes indígenas jóvenes en el servicio a la Iglesia y a la sociedad; y el aumento de la conciencia de los dones de la juventud indígena. Esperamos también fortalecer la colaboración e intercambio de los pueblos indígenas en la sociedad y en la Iglesia por medio del proceso organizativo EMJI.  
P.- ¿Tienen previsto hacer algunas peticiones y/o aportes como insumo al Sínodo Panamazónico, entendiendo las complejidades de nuestros pueblos indígenas de la zona?
R.- No existe una relación directa entre el EMJI y el Sínodo. Sin embargo, estamos conscientes de que el EMJI toma lugar después del Sínodo sobre los jóvenes y antes del Sínodo Pan-amazónico, los cuales tratarán temas importantes para la población participante del EMJI.
“Los jóvenes indígenas están buscando un lugar digno”
P.- ¿Cuál es su mensaje al mundo y los desafíos de cara al EMJI 2019?
R.- Los jóvenes indígenas están buscando un lugar digno en la sociedad y en la iglesia.  Son jóvenes con muchos talentos, energía y fe. Muchos están en momentos de “reencontrarse” con sus propias raíces culturales y la riqueza de sus tradiciones. 
Frente de un mundo en crisis por el individualismo y consumismo, los jóvenes indígenas han encontrado en sus pueblos un camino que busca la armonía con la creación y los demás, conocimientos y modos de vida que el mundo actual necesita urgentemente. Por eso, las palabras del Papa –en Laudato Si’, en los discursos a los Movimiento Populares, en los encuentros con pueblos indígenas, etc.–, anima a los jóvenes indígenas seguir con su compromiso en la construcción del “otro mundo posible”.

Texto del Manifiesto del Encuentro Mundial de la Juventud Indígena (EMJI 2019)
A los pueblos indígenas del mundo, a los hermanos y hermanas que comparten con nosotros la fe católica y a las personas de buena voluntad:
Nos hemos reunido, llenos de esperanza, jóvenes indígenas de 12 países representando a 40 pueblos originarios, del 17 al 21 de enero de 2019 en Soloy, Comarca Ngäbe-Bugle, Panamá, para compartir nuestra fe en Jesucristo desde la riqueza milenaria de nuestras culturas. Tratamos temas como de la memoria viva de nuestros pueblos, la importancia de vivir en armonía con la Madre tierra y ser protagonistas en la construcción del otro mundo posible. Nos alegró recibir el mensaje del Papa Francisco al inicio del EMJI donde invita a la juventud indígena “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.
En un ambiente de danza, música y oración, también compartimos impactantes testimonios que nacen de las realidades de nuestros pueblos, como sus luchas, anhelos, sueños, esperanzas y dolores, de los cuales brota un grito de la Madre Tierra y de sus hijos oprimidos.  Entre las numerosas violaciones a la dignidad de nuestros pueblos, escuchamos de las invasiones y explotación de territorios originarios, gobiernos que violan las leyes de protección ciudadana, las transnacionales y los grandes proyectos económicos que violan a la Casa Común a través de la minería, deforestación, construcción de hidroeléctricas y el turismo invasivo. Así mismo, reconocemos con dolor que las autoridades y gobiernos, quienes deberían de cuidar a la población en general, especialmente a los más débiles, crean alianzas con poderes económicos para llevar a cabo sus intereses individuales marginando a los demás.
Sentimos el sufrimiento que vive particularmente el pueblo Naso y Emberá en Panamá por la falta de respuesta del gobierno para la demarcación de su territorio, la masacre de los pueblos indígenas en Brasil, especialmente los Guarani, Kaiowa y Karipuna que viven con una amenaza inmediata de genocidio y la masacre de los jóvenes nicaragüenses por defender los derechos de sus pueblos. De igual manera nos preocupa la amenaza y el asesinato de líderes indígenas cuando defienden los derechos de sus pueblos y la Madre Tierra.
Por eso, nosotros los jóvenes indígenas, reunidos en una sola voz, exigimos el respeto de nuestra diversidad, cosmovisiones y nuestros modos de vivir, manifestados en las practicas del Buen Vivir.  De la misma forma nosotros como pueblos indígenas reconocemos que la tierra es nuestra madre, por eso demandamos el cuidado de la Casa Común para que todos los pueblos tengan vida y un futuro que ofrecer a las nuevas generaciones debido a que en esta tierra estamos entretejidos.
Hacemos un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general que se reconozcan y demarquen los territorios indígenas, y proporcionen una educación que respete las culturas de nuestros pueblos como culturas distintas, con sus propias riquezas y sabidurías.
A nuestra querida Iglesia, pedimos los espacios apropiados para vivir nuestras espiritualidades, desde nuestras cosmovisiones, herencias de nuestras abuelas y abuelos, y el respeto a las teologías particulares de nuestros pueblos, frutos de la síntesis entre nuestra fe ancestral y la plenitud de nuestra esperanza en la persona de Jesucristo.
¡Ha llegado el momento de vivir con alegría el rostro indígena de la Iglesia!


jueves, 24 de enero de 2019

- Los alebrijes de Arrazola, Oaxaca

Los alebrijes de Oaxaca son extrañas figuras curiosas, que nacen de la imaginación de los artesanos de Arrazola, y su forma corporal. Han sido tallados en madera de copal. Estas tallas de madera oaxaqueñas se tallan primero y luego se van cubriendo con una capa de base antes de ser decorada con otros colores. 
Algunos Alebrijes están decorados con pequeños puntos para los que los artesanos utilizan agujas hipodérmicas para aplicar la pintura. 
Aunque Arrazola es famoso por crear alebrijes que están a la venta en todas partes en el centro de Oaxaca y algunos también están disponibles para comprar en los pueblos de la costa, por lo que un viaje a la aldea no es esencial si usted quiere comprar algo de este extraño arte sin tener medio de un día de su viaje para visitar el pueblo. Muchas de las personas que venden en el centro son los revendedores sin embargo por lo que podría ser capaz de obtener un mejor precio en sí mismo Arrazola, también, si usted toma un viaje a la aldea usted será capaz de ver a los artesanos en el trabajo de hacer los alebrijes.
En la región de Oaxaca son populares los alebrijes tallados en madera de copal. La elaboración de estas artesanías es tradicional en San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola, donde numerosas familias trabajan en la talla de figuras que luego colorean con pintura vinílica y comercializan en las plazas, mercados y talleres de la región.
Oaxaca ya producía pequeñas esculturas de animales a nivel local. En esta región el labrado de la madera se conocía y estaba presente desde la época antigua: el arte zapoteca del período prehispánico y la cultura mesoamericana usaban este material para producir máscaras, tótems, instrumentos musicales y pequeños objetos. Muchos de esos productos se utilizaban para apoyar a las poblaciones; por ejemplo, se los usaba para atraer a los animales y así poder capturarlos, y también para espantarlos y de ese modo poder defenderse. Después, en el período colonial, a causa de la necesidad de los misioneros cristianos de utilizar todas las formas útiles de entablar conversación con los indígenas, el tallado tomó otras vías: se empezaron a construir grandes estatuas de ángeles y santos e importantes cruces y altares para adornar y embellecer las nuevas iglesias católicas, para procesiones y para representaciones religiosas.
El alebrije de Oaxaca es una combinación de la tradición de talla de madera de la región y la técnica creada por Linares. Esta artesanía se introdujo en la zona de Oaxaca en la década de 1980 gracias a la realización de un taller de demostración. Dicho taller fue organizado por Judith Bronowski y contó con la participación de Manuel Jiménez Ramírez y la artesana textil María Sabina, ambos originarios de Oaxaca. La adaptación del alebrije fue perfeccionada por Manuel Jiménez Ramírez, oriundo de San Antonio Arrazola. 
Los diseños de Linares se adaptaron a la técnica de tallado de madera de copal, pues esta técnica era la dominada por los artesanos de la región oaxaqueña.
Después de la adaptación de Jiménez el alebrije se adoptó como artesanía tanto en San Antonio Arrazola como en San Martín Tilcajete y La Unión Tejalapan. 
La producción de alebrijes favoreció con desarrollo económico a la región pero también generó problemas como la deforestación de los árboles de copal. El problema de la deforestación se ha tratado de compensar mediante planes de reforestación. Entre los artistas destacables de la región de Oaxaca se encuentran Zeny Fuentes, Efrain Fuentes, Manuel Jiménez, Julia Fuentes, Jacobo Angeles y Miguel Sandiego.
Es importante mencionar que el alebrije es un artículo artesanal porque es único y no se puede repetir en un molde puesto que si así fuera dejaría de considerarse una artesanía como tal dentro del grupo denominado de los alebrijes. El artesano moldea su trabajo y lo que le va añadiendo paso a paso determina su valor.
Oaxaca ya producía pequeñas esculturas de animales a nivel local pero con el impulso dado por estas manifestaciones la fabricación aumentó de manera importante. En esta región el labrado de la madera se conocía y estaba presente desde la época antigua: el arte zapoteca del período prehispánico y la cultura mesoamericana usaban este material para producir máscaras, tótems, instrumentos musicales y pequeños objetos. Muchos de esos productos se utilizaban para apoyar a las poblaciones; por ejemplo, se los usaba para atraer a los animales y así poder capturarlos, y también para espantarlos y de ese modo poder defenderse. 
Después de la Guerra de Independencia (1810-1821) el labrado de la madera pasó a segundo plano y se realizó exclusivamente con fines prácticos, como la fabricación de objetos de uso común del tipo de platos, bandejas, muebles, instrumentos musicales y juegos; empezaron a escasear los escultores especializados, profesión solo difundida como trabajo de ayuda económica para campesinos y otras categorías. Por ese motivo la nueva forma de arte, ligada al tallado de la madera de un modo inédito y singular inspirado en el cartón piedra de Linares, hizo suyos los antiguos modelos y a partir de ellos creó otros originales nunca usados antes.
El labrado de la madera de copal (Bursera cuneata) siempre estuvo presente en estas zonas geográficas. Originaria de América del Sur esta planta, utilizada también como incienso por las sustancias aromáticas que contiene, es parte de la tradición autóctona. Como se trata de un material muy tierno, recién cortado y todavía verde es muy fácil de esculpir, y de hecho se lo trabaja con machete y con simples cuchillos de cocina, siguiendo siempre la forma original, sugerida por la misma madera; además de ese material en la actualidad se utiliza madera de pino, ocote y cedro, aparte de máquinas para la elaboración. Para dejar la superficie lisa y uniforme se trabaja pasando por encima simple arena y así la pieza está lista para ser decorada. En el pasado se utilizaban colores con base de anilina pero con el tiempo los artistas se dieron cuenta de que no duraban demasiado e irremediablemente iban perdiendo su brillo hasta quedar desteñidos, por eso hoy han sido sustituidos por colores acrílicos. Además de la pintura, que se aplica con pinceles de varias medidas fabricados expresamente por los propios artesanos para satisfacer sus exigencias decorativas, los alebrijes están adornados con aguijones, pelos de animales y espinas de cactus, materiales usados también para fines pictóricos puesto que gracias a ellos es posible dejar trazos muy finos y regulares.
Es importante reiterar que el alebrije es un artículo único, y no se puede repetir en un molde; pues si así fuera, dejaría de ser considerado una artesanía dentro del grupo de los alebrijes. Como ya se dijo, el artesano moldea su trabajo y lo que le va añadiendo paso a paso determina su valor. Los alebrijes constituyen una de las tantas maravillas del arte mexicano y un orgullo, es el sello distintivo de Oaxaca. Tener en casa un alebrije o una colección de ellos, es considerado de buena suerte, y se dice que la felicidad acompañará a todo aquel que posea una de estas obras de arte. Además, poseer un alebrije es poseer lo mejor del arte mexicano, tan vasto, tan colorido, tan lleno de vida y de una belleza reconocida a nivel internacional.
Alebrijes en el cine. En la película animada “Coco” de Disney Pixar aparecen alebrijes en el mundo de los muertos al que Miguel accede, los cuales son criaturas que guían y protegen a cada difunto en dicho mundo. Incluso el perrito "Dante" quien va también junto a Miguel se convierte en un alebrije al ser su cuidador y salvador durante su travesía.
Arrazola, un paseo por la cuna de los alebrijes 
Hay un pueblo en Oaxaca en donde los alebrijes son más que una artesanía, son una forma de vida. Conoce más sobre este fantástico lugar, ubicado a solo 15 km de la capital oaxaqueña.
Alebrijes, la tradición de la imaginación: Estas hermosas figuras talladas en madera, principalmente en copal, representan imaginativas fusiones de distintos animales, dando por resultado una quimera única, decorada con estridentes colores que le dan un toque ideal. Estos animales parecen salidos de un sueño. De hecho, su creación tradicionalmente se atribuye a un sueño que tuvo Pedro Linares, artista mexicano, mientras lo estaban velando, así como lo lees, ¡pensaban que había muerto!

De esta forma, nacen de las hábiles manos, cientos de figuras diferentes, desde gallos con cuernos de toros, perros con cabeza de gato y alas, hasta ajolotes gigantescos con cola de dragón. Siempre con colores alegres, diseños de flores o geométricos, todo dependiendo del grupo de artistas que lo dio a luz. 
Fue en Arrazola, en donde se originó la tradición de crearlos en madera y se les dio una impronta zapoteca, lo que aumentó el valor cultural y artístico de las piezas.
Son tan importantes los alebrijes aquí, que tienen su propia feria: la Expo Venta Artesanal. Esta se realiza a principios de abril, como celebración de la “cuna y capital mundial de los alebrijes”, en donde todos los artesanos locales tienen la oportunidad de mostrar sus mejores trabajos.
Ubicado a unos 30 minutos de Oaxaca, el pueblo es de fácil acceso para llegar.
No te pierdas el museo dedicado a Manuel Jiménez, quien fuera el creador de las primeras piezas artesanales de este tipo en la ciudad, además del maestro de toda la nueva generación de artesanos que hoy continúa su legado.

Visita San Antonio Arrazola y sorpréndete con la habilidad de los oaxaqueños, y no dejes de comprar algún alebrije, hay para todos los bolsillos. 

*Festival de alebrijes en la Ciudad de México:
 En el Paseo de la Reforma pueden contemplarse, cuando es la Feria-Exposición, curiosos ejemplares, a gran tamaño de los típicos alebrijes:



- El barro negro de Oaxaca

El barro negro de San Bartolo Coyotepec.
El barro negro es un estilo de alfarería originario de Oaxaca, México. Se distingue por su color, brillo y diseños únicos. Oaxaca es uno de los pocos estados de México que se caracteriza por la continuidad de sus artesanías ancestrales en la vida cotidiana. El barro negro es uno de los muchos estilos de alfarería del estado, que también incluyen las piezas verdes vidriadas de Santa María Atzompa; no obstante, el barro negro es uno de los más conocidos y mejor identificados con el estado. Es también, uno de los más populares y apreciados estilos de alfarería en México.
Las artesanías de barro negro son hechas en el municipio de San Bartolo Coyotepec y en un gran número pequeñas comunidades cercanas del valle, lugares en donde se encuentra el barro con el que se hacen las artesanías. Esta comunidad se encuentra a 11 kilómetros del sur de ciudad de Oaxaca, alrededor de 600 familias en esta área se dedican a elaborar artesanías. 
A parte de los talleres que se encuentran en las casas de los artesanos, incluyendo el taller de Doña Rosa, el Mercado de Artesanías es una atracción muy importante que atrae a muchos visitantes de México y de otros países. Un grupo de catorce personas exhibe y vende artículos de barro negro.
Algunos de estos productos incluyen floreros, figuras de animales y jarrones. Demostraciones de la elaboración del barro también son llevadas a cabo. En 2005, el Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca fue inaugurado aquí. Este museo dedica una de sus tres salas de exposición al barro negro, con piezas de la época de Monte Albán hasta nuestros días.
En 2009, San Bartolo Coyotepec llevó a cabo su primera Feria Artesanal de Barro Negro con la participación de más de 150 artesanos, feria que año tras año se realiza.
Los orígenes del barro negro se extienden sobre muchos siglos, hay ejemplos de este en numerosos sitios arqueológicos, moldeado primordialmente en jarros y otros artículos de uso doméstico. Se han conservado los diseños originales de los zapotecos y mixtecos de los Valles Centrales hasta el día de hoy. Originalmente, el barro negro era mate y grisaseo. En esta forma, el barro es muy resistente, permitiéndole ser golpeado sin romperse.
El barro negro, antes de ser cocido, tiene un color café, color que se debe a la tierra con la que es elaborado. Una vez que es cocido, toma el color negro.
Los orígenes de este estilo de alfarería se remontan al periodo de Monte Albán. (*Monte Albán fue una de las ciudades más importantes de Mesoamérica. Se fundó en el 500 aC sobre la cima de una montaña en el centro de los Valles Centrales de Oaxaca y funcionó como capital de los Zapotecas desde los inicios de nuestra era hasta el 800 dC. En su momento de mayor desarrollo Monte Albán llegó a tener cerca de 35,000 habitantes, quienes vivían en su mayoría en las laderas terraceadas de la montaña dedicados a la agricultura. Desde esto tiempos pasados hasta ahora y por casi toda la historia de este tipo de alfarería solo había estado disponible en un acabado grisaseo mate.
El barro negro puede tener un acabado negro brillante (izquierda) o un acabado gris mate (derecha).
En el siglo XX, una alfarera llamada doña Rosa ideó una manera de poner un acabado negro metálico en las piezas de barro negro puliéndolas antes de que fueran cocidas. Este acabado ha hecho al barro negro mucho más popular. Desde 1980 un artesano llamado Carlomagno Pedro Martínez ha promovido artículos hechos con esta técnica, los cuales han sido exhibidos en un gran número de países.
El color del barro negro se debe a propiedades del barro en sí y no a colorantes. La tierra que se usa para extraer el barro es limpiada para remover todas las impurezas, lo cual puede llevar hasta un mes de remojar y sedimentar el barro aparte del resto de la tierra. Después de este proceso, cada pieza toma alrededor de veinte días en ser finalizada.
el silbato de ser cocido, tenga un acabado negro brillante, debe de ser pulido, cuando está prácticamente seco, con una piedra de cuarzo o algún otro objeto liso.
Tradicionalmente, el barro es moldeado en platos balanceados en rocas, para que pueda ser trabajado a mano. Las herramientas modernas de alfarería no son usadas. Las piezas grandes, como los cántaros, se forman desde la base, agregando barro conforme la pieza va creciendo. Después de que toman forma, las piezas se ponen a secar en una habitación aislada para protegerlas de cambios en la temperatura. El secado puede llevar hasta tres semanas. Si la pieza va a ser pulida, para que tenga un acabado negro brilloso, es pulida cuando la pieza está casi seca. 
La superficie de la pieza es ligeramente humedecida y después es frotada con una piedra curva de cuarzo. Esto comprime la superficie del barro y crea el brillo metálico y el color oscuro durante el horneado. Este es también el paso en el que las decoraciones como flores de barro o pequeñas manipulaciones con las manos son agregadas. Estas manipulaciones, con las que se crean diseños únicos e irrepetibles, se realizan con cualquier objeto que los artesanos consideren útil, tapas de refrescos, bolígrafos, envases vacíos de pegamentos, etc. Los diseños del barro negro son únicos. 
Las piezas, después, son cocidas en hoyos bajo la tierra o en hornos de leña, usando fuego de leña que calienta a los objetos entre 700 y 800 °C. Cuando salen, las piezas pulidas son de un color negro brillante y las que no fueron pulidas tienen un acabado gris mate.
En 1950, aproximadamente, una mujer llamada Rosa Real Mateo de Nieto (Doña Rosa) descubrió que se podía cambiar el color y el brillo de las piezas puliéndolas y cociéndolas a una temperatura ligeramente más baja. Justo antes de que la pieza de barro se seque por completo es pulida con una piedra de cuarzo o algún otro objeto liso. Después de ser cocida, la pieza emerge con un brillo negro en lugar de un gris mate. Esta innovación hace a las piezas más frágiles, pero ha hecho a este estilo de alfarería más popular entre coleccionistas de artesanías mexicanas, incluido Nelson Rockefeller, quien lo promovió en Estados Unidos.
La popularidad nace de su aspecto más que de su utilidad, muchas piezas son producidas hoy en día con propósitos decorativos más que utilitarios. Doña Rosa murió en 1980 pero la tradición de hacer este tipo de alfarería ha continuado por la hija y nietos de doña Rosa, quienes hoy en día hacen demostraciones para los turistas en su taller local. Su taller aún se encuentra en casa de la familia, donde una gran cantidad de estantes están llenos de piezas negras brillantes para su venta. A pesar de ser el origen del barro negro pulido, en el taller las piezas son mucho más baratas de los que son en otras partes de México
Muchos objetos diferentes son hechos de barro negro, incluyendo ollas, silbatos, campanas, flautas, campanas, máscaras, lámparas, figuras de animales, etc., la mayoría con propósitos decorativos y no para el almacenamiento de comida y agua. 
El Chango Mezcalero es un recipiente de arcilla con la forma de un mono,tradicionalmente utilizado para el mezcal y a menudo pintado en colores
Otro objeto de barro negro famoso es el chango mezcalero. Este es un recipiente creado para la bebida alcohólica mezcal en forma de un chango. Es hecho para soportar entre 700 ml. y 1 litro del líquido con un corcho o un tapón de maíz. Es pintado en colores brillantes o dejado en gris con agarraderas detalladas. Valente Nieto, el único familiar vivo restante de Doña Rosa, declara que su familia creó el chango mezcalero y nadie más. El reclama que su papa era un gran escultor, y que mezcaleros acudieron a su propiedad solicitando envases novedosos para la bebida alcohólica. Sin embargo, otra familia, la de Marcelo Simón Galán, también reclama haber creado el contenedor. Su nieta, dice que él hizo la figura por solicitud de un cliente. Un ejemplo del trabajo de Galán es exhibido en el Museo de Arte Popular de Oaxaca en San Bartolo Coyotepec.
 Mis dos objetos de barro negro de Oaxaca recibidos como regalo: