miércoles, 15 de julio de 2015

- Fin de curso de la Escuela de Adultos

-Hemos celebrado, con el Equipo de Maestros que atienden a la Escuela de Adultos, dos actos de fin de curso. Primero un desayuno de profesores en la casa de la Directora de la Escuela de adultos:




Y una Excursión a la ciudad de TOLUCA, capital del Estado de México:


Fuimos 33 alumnos y profesores a visitar la Fábrica de chocolates Nestlé, el Centro Histórico:


Donde nos encontramos con una gran manifestación de maestros que protestan por las nuevas normas del Gobierno sobre la preparación y acceso de los profesores a sus puestos de trabajo en las Escuelas: 



Y el Cosmovitral, un  antiguo mercado que alberga un Jardin Botánico y unos grandes vitrales:
El Cosmovitral es un jardín botánico de unos 3.200 m². El edificio que alberga el jardín botánico es una impresionante estructura Art Noveau de hierro forjado y cristal de principios del siglo XX, que durante el Porfiriato alojara al Mercado 16 de septiembre.

El diseño plástico de este gran vitral es fruto de los sueños y realidades del artista mexiquense Leopoldo Flores. El cosmovitral es una sucesión cromática y temática sin principio ni fin, cuya contemplación puede iniciarse en cualquiera de sus partes.

Su temática es la dualidad universal, la oposición de la noche con el día, de la mujer con el hombre, del bien con el mal; una síntesis de expresión cosmogónica. En el frente de este vitral destaca un gran círculo de fuego donde se inscribe la figura del hombre, recordando la proporción áurea pitagórica. Quien se interna en el jardín, se olvida de la ciudad y sus ruidos, para deleitarse en un mundo de vegetación, luz y color. La visión inmediata del vitral deja percibir el tema principal de la obra: el día y la noche, la vida y la muerte, la creación y la destrucción; así, invita a observar esa eterna lucha de opuestos plasmada con vidrio.

El Cosmovitral, obra que ha servido de identidad a la ciudad y al Estado de México, es uno de los más grandes del mundo; Le llevo un año a Leopoldo Flores en diseñarlo y al vitralista Bernabé Fernández, el encargado de realizarlo, 3 años. Consta de 48 vitrales. Para construirlo se emplearon aproximadamente 75 toneladas de estructura metálica, 45 toneladas de vidrio soplado y 25 toneladas de cañuelas de plomo; lo forman 500.000 fragmentos de vidrio de 28 colores diferentes.

El maestro Leopoldo Flores fue el encargado de transformar el mercado a Cosmovitral a través de su genial obra que expresa la génesis del universo y su relación con el hombre.
El majestuoso edificio cuenta con 45 toneladas de vidrio soplado, 25 toneladas de cañuelas de plomo y 500 mil fragmentos de vidrio, distribuidos en 30 mil secciones y dotados de 28 colores diferentes. Así, abarca alrededor de 3500 m², albergando más de 400 especies de plantas; características que lo convierten en uno de los vitrales más grandes del mundo. Cuenta con plantas traídas de todo el mundo.