lunes, 17 de agosto de 2015

- La tigrada de Chilapa


Fieles al lado de la imagen de la Virgen de la Asunción, en la catedral de Chilapa 
Chilapa, 15 agosto. Con música de viento, cientos de hombres, niños y mujeres se vistieron de tigres para desfilar por las principales calles de esta cabecera municipal en honor a la Virgen de la Asunción, venerada en la catedral de esta ciudad. La imagen es conocida en esta zona como la Virgen de las Manzanas debido que en la anterioridad se adornaba su altar con árboles de ese fruto que había en la parte alta de este municipio.
Las danzas en el atrio de la catedral ponen el ambiente a la festividad, mientras el obispo Alejo Zavala Castro ofrece la misa de medio día; adentro no cabe ni un alma, los devotos oran y ponen sus limosnas a cambio de una manzana y una flor como reliquias.

Los tigres están listos con sus machetes para empezar a danzar; el calor está en su máximo punto y la gente que llega de sus comunidades y de la ciudad no deja de entrar y salir del templo mientras las campanadas y los cohetes anuncian que Chilapa está de fiesta.

Afuera, los vendedores ambulantes han rodeado el perímetro del zócalo, los puestos de nieves, manzanas, chicharrones, elotes, papas fritas y palomitas son los que más abundan. 

Como a las 8 o 9 se espera una tradicional kermés en donde abundarán los antojitos mexicanos, y los castillos de fuegos artificiales iluminarán la noche.
En la tradición y la costumbre los tigres corren detrás de los niños que los torean o burlan pero cuando son alcanzados, como castigo, les hacen morder chiles verdes y así los dejen irse todos enchilados.

Una tradición que se está perdiendo y mezclando con costumbres estadunidenses como el uso de máscaras de monstruos –donde se agrede con palos a los menores que los torean– al estilo del Hallowen del país vecino pero que nada tiene que ver con las tigradas que inician desde el 1 de agosto. 

Incluso, esto ha sido motivo de inconformidad de los grupos culturales locales que han pedido a las autoridades municipales buscar el modo de arraigar esta tradición es su más pura expresión

Esta festividad pagana-religiosa de los tigres también se lleva a cabo para honrar a Tepecyolotli (corazón de cerro) para pedir fertilidad a la tierra que da vida y sustento. Las correrías de tigres son ritos prehispánicos y una ofrenda de los pueblos indígenas en esta región.
En este festejo se reúnen las representaciones del hombre-jaguar de toda la zona Cohuixca. El jaguar es la representación del dios Tepecyolotli, protector de la agricultura y dador de lluvias.
Entre las comunidades indígenas, los niños, jóvenes y adultos, se disfrazan de esta deidad en un acto de transmutación a fin de purificar la tierra y propiciar la abundancia de las lluvias. En tanto, la figura del perro representa el viento que trae las lluvias pero este animal se ha ido transformando, convirtiéndose en momias que agreden a los niños que los persiguen con palos y tubos alejándose por completo de esta la tradición.
Este 15, se lleva a cabo la concentración de tigres más grande que se tiene registrada en el estado; la tigrada, acto que grupos culturales de Chilapa organizan desde hace varias décadas.
 El tradicional traje de tigres es color amarillo con rayas negras y la máscara de madera elaborada en la comunidad de Ayahualulco, municipio de Chilapa. En la mano, la fiera lleva una cadena de fierro.