Volcanes de Guatemala
Los Volcanes de Guatemala son
parte del cinturón de fuego del Pacífico -que
abarca la costa Pacífica, las Islas Aleutianas, Japón e Indonesia-, que
convierten a Guatemala en
una de las zonas más densamente cubierta de volcanes del mundo. El sistema
montañoso que recorre el país se bifurca para conformar los sistemas de la Sierra Madre y de
Los
Cuchumatanes, en los cuales se
encuentran repartidos los más de 300 focos eruptivos del territorio nacional.
La mayoría de las cumbres volcánicas se
encuentran en la denominada Sierra Madre, localizadas en forma de cadena
denominada sierra volcánica del Pacífico, o eje volcánico de la cordillera de
Guatemala.
Focos
eruptivos y principales volcanes
En Guatemala existen aproximadamente 324
estructuras identificadas como de origen volcánico. Estas estructuras son
conocidas como focos eruptivos cuya forma más común son los conos volcánicos.
El término se refiere a los orificios en la corteza terrestre por medio de los
cuales salieron materiales magmáticos a la superficie, por lo que cada una
podría representar un pequeño volcán.
Sin embargo, estas estructuras no se presentan
como cumbres pronunciadas. En términos de cumbres volcánicas, en territorio
guatemalteco son 37 volcanes mencionados por Prahl en su Guía
de los volcanes de Guatemala,
Los volcanes de mayor altura se encuentran en
la zona occidental y central del país, mientras que los de la zonas sureñas y
orientales son los más bajos y abundantes. Once de los volcanes de Guatemala
superan los 3 000
metros sobre el nivel del mar.
La línea volcánica inicia en la frontera con
México con el volcán Tacaná y termina en la frontera con El
Salvador con el volcán Chingo. Tres son volcanes activos: el volcán Santiaguito,
el volcán de Fuego y el volcán Pacaya. El volcán Ipala y
el volcán Chicabal tiene lagunas en sus cráteres.
El más alto es el volcán Tajumulco,
con una elevación de 4
220 metros sobre el nivel del mar. El de mayor volumn es
del volcán de Agua que tiene un diámetro en su base de
aproximadamente 15
kilómetros y un volumen aproximado de 40 kilómetros cúbicos
de roca densa.
El Santiaguito es a la vez el más frecuentemente activo, que no
ha detenido su actividad desde que se formó en 1922, y el más violento, ya que
puede generar erupciones peleanas. El de Fuego es el que ha lanzado la columna
de erupción más grande, la cual se elevó a casi 29 000 metros de
altura.
Considerando que los temblores y las
erupciones volcánicas son producto de un mismo fenómeno geológico no es de
extrañarse la gran cantidad de estos que se producen en Guatemala cada año.
Esto es debido a que Guatemala es uno de los pocos lugares en el mundo en el
que convergen tres placas tectónicas, donde las placas de Norteamérica y el
Caribe al atravesar el país generan los sistemas de las fallas de
Chixoy-Polochic, Motagua-San Agustín y Jocotán-Chamalecón; que son las
causantes de la mayoría de sismos que ocurren en el país.
De igual manera,
frente al Pacífico se encuentra la zona de subducción en la que la placa de
Cocos se incrusta por debajo de la
Placa del Caribe, donde los sismos son sumamente comunes al
igual que las erupciones, debido a esta particularidad de la zona no es de
extrañarse que la mayor parte de los volcanes activos del país se encuentren a
lo largo de la costa del Pacífico.