OAXACA, 28 julio 2015.-
Con las dos presentaciones de al menos 30 delegaciones de las 8 regiones de
Oaxaca que realizaron sus bailes más representativos, ayer se cerró la edición
2015 de la Guelaguetza. Por segunda semana consecutiva. este evento, que ayer
fue custodiado por 6 mil elementos de las Policías federal, estatal y
gendarmería, durante unas ocho horas, la máxima fiesta de los oaxaqueños
ofreció un espectáculo folclórico, que cerró con fuegos artificiales.
Guelaguetza es una celebración que tiene lugar en
la ciudad de Oaxaca de Juárez,
capital del estado mexicano de Oaxaca.
La Guelaguetza forma parte de los
cultos populares a la Virgen del Carmen, razón por la que se
celebra los dos lunes más cercanos a la festividad de esta advocación Mariana
(el 16 de julio). Otro nombre con que se conoce
la Guelaguetza es el de Los
lunes del Cerro, puesto que el corazón de la festividad es el cerro del
Fortín, que domina el centro de la ciudad de Oaxaca. La palabra “guelaguetza”
deriva del zapoteco guendalizaá,
que significa “cooperar”, pero en su concepción más amplia es una actitud, una
cualidad con la que se nace, un sentimiento por medio del cual el zapoteca ama
a su prójimo, un sentimiento de hermandad, de compartir la naturaleza y la vida. En
esta celebración participan grupos folclóricos de las ocho regiones del estado,
portando vistosos trajes que llevan orgullosos.
Orígenes de la Fiesta
El origen
de esta celebración proviene de los indígenas oaxaqueños, quienes veneraban a
“la diosa del maíz”: Centéotl, a quien le realizaban grandes honores, ofrendas
y presidía las fiestas. Al llegar los españoles a esta tierra y establecer la
religión cristiana, los monjes franciscanos y dominicos prohibieron las
prácticas dedicadas a esta diosa y construyeron el templo católico dedicado a
la Virgen del Monte Carmelo -hoy templo del Carmen Alto- y ofreciendo a los
indígenas el rendir culto a la Virgen del Carmen.
Cintéotl
o Centéotl palabra que en náhuatl significa “dios del maíz”, en la mitología
mexica, en ocasiones es considerado como un ser dual, hombre y mujer, o bien
solo del sexo masculino; mientras en sexo femenino pasó a ser Chicomecóatl, que
según la Cosmogonía mexica nació de la unión de Piltzintecuhtli, dios de los
temporales, y Xochiquétzal, diosa de la belleza, de las flores, de la juventud
y de la fertilidad, patrona de las jóvenes, del embarazo, de los partos y de
los oficios de las mujeres, que tras su nacimiento se refugió bajo la tierra
convirtiéndose en distintos sustentos, de entre ellos, el maíz divinizado.
Entre sus diversos cultos se le celebraba junto a Chicomecóatl, la diosa de la
agricultura, de las cosechas y de la fecundidad.
La
del “Lunes del Cerro” es la máxima fiesta de los oaxaqueños, que se celebran los
dos últimos lunes de julio. Se trata de una ancestral tradición con raíces
prehispánicas relacionada con las ceremonias de agradecimiento a los dioses por
las buenas cosechas.
La Guelaguetza congrega en el Cerro de
Fortín delegaciones de todas las regiones del estado, las cuales brindan lo
mejor de sus productos, sus vestidos, su música y sus danzas.
También se le conoce como guelaguetza
al apoyo en especie (chile, maíz, frijol, etc) que es realizado en las
comunidades cuando se realizan festividades, este apoyo es recíproco, es decir,
cuando se le brinda a la persona que lo requiere, esta está obligada a devolver
el apoyo que se le fue dado, las personas de las comunidades lo realizan como
una forma de mostrar interés a sus costumbres o por lo que su familiar está
haciendo o celebrando, por lo regular el apoyo de la Guelaguetza se da en las
fiestas, al igual que en los velorios, solo que el apoyo cambia, es decir que
las personas que lo reciben ya no están obligadas a devolverlo, pues es tomado
como una forma de demostrar el pésame por la persona fallecida. Guelaguetza es
una palabra zapoteca que denota el acto de participar cooperando; es un don
gratuito que no lleva consigo más obligación que la de la reciprocidad.
La Guelaguetza de los Lunes del Cerro
se expresa en la ofrenda a la Ciudad de Oaxaca que hacen grupos representativos
de las ocho regiones tradicionales:
Los Valles Centrales, La Sierra Juárez
(Norte), La Sierra Sur, La Cañada, Tuxtepec, La Mixteca, La Costa y el Istmo de
Tehuantepec. Cada delegación presenta una muestra de su patrimonio cultural a
través de bailes que ejecutan al son de la música y los cantos que les son
propios, vistiendo indumentaria de gala de sus respectivos pueblos. Al
terminar, cada grupo distribuye entre el público su "Guelaguetza"
compuesta por objetos característicos de sus respectivas regiones.
Partiendo
del Parque “El Llano” Desfile de Delegaciones Regionales Alrededor de 1,000
jóvenes, integrantes de cada una de las ocho regiones desfilan ataviados con
sus trajes regionales y acompañados por sus bandas de música recorrerán las
calles de: Avenida Juárez, Constitución, Gurrión y Macedonio Alcalá, hasta
llegar al Zócalo de la ciudad, concluyendo en la Av. Independencia.
► La Leyenda”Historia de una joven
zapoteca enamorada de un príncipe mixteco, que fue sacrificada y de quien la
ciudad capital toma su imagen. Evento coordinado por Turismo Municipal.
► Parque “El Llano” Fiesta del Mezcal
Evento coordinado por la Asociación de Productores y Envasadores de Mezcal en
el que se exponen y comercializan las más variadas presentaciones de la bebida
que por tradición y origen ha dado fama a Oaxaca en todo el mundo.
► Plaza de la Danza: Festival del
Tejate y Tamal de San Andrés Huayapam En este evento participa la Unión de
Tejateras y Tamaleras de ese Municipio, así como la banda de música y el grupo
folklórico de la misma población. Recientemente se han agregado a estas fiestas
otros espectáculos folklóricos para esparcimiento popular, tales como el
desfile de las delegaciones organizado a la manera de la Calenda tradicional y
que se lleva a cabo el sábado anterior al primer lunes.
Esta calenda la encabeza la
"marmota", que es un gran farol esférico cubierto de tela, los
"gigantes", las "chinas oaxaqueñas", mujeres de la ciudad
portando canastas enfloradas acompañadas de su banda de música y los coheteros;
les siguen las demás delegaciones, cada una de ellas precedida de la música
propia de su región.
Al día siguiente que es domingo, se
realiza en la Plaza Central la elección de la representante de la Diosa
Centéotl que presidirá las fiestas. En este acto contienden una aspirante de
cada delegación. En este certamen no se busca elegir a la más bella o a la más
suntuosamente ataviada, sino a la más representativa y conocedora de la
tradición de su pueblo.
Por las noches ese mismo día se
realiza el Bani Stui Gulal* (repetición de la antigüedad) que era una
representación de la historia de los Lunes del Cerro en sus diferentes épocas.
El lunes a las cinco de la mañana, los
"chirimeteros" de los Valles Centrales, tocan las
"mañanitas" al cerro, con pitos, tambores y chirimías, mientras la
gente empieza a llegar al cerro, en donde toman un suculento almuerzo
oaxaqueño, antes de entrar al auditorio en el que la marimba y los chirimeteros
ofrecen una audición a los asistentes. A las diez de la mañana da inicio la
Guelaguetza.
Por la tarde, en el mismo auditorio
tiene lugar la presentación de la leyenda de la Princesa Donají, hija del rey
zapoteca Cosijoezay de la princesa Coyolicatzin.
Entre el primer lunes y su octava
tienen lugar diversas actividades tales como muestras gastronómicas y
artesanales y representaciones costumbristas de las más diversas comunidades
del estado, así como exposiciones, conciertos y otra serie de eventos de
trascendencia cultural organizada por las instituciones que difunden la cultura
de Oaxaca en todas sus manifestaciones.
En la "Octava" o segundo
Lunes del Cerro, se repiten el "Bani Stui Gulal", la
"Guelaguetza" y la "Leyenda de la Princesa Donají".
En las fiestas del los Lunes del Cerro
se vuelca el entusiasmo popular por continuar con las antiguas tradiciones.
En el Estado de México en el municipio de Chimalhuacán se ha llevado a cabo desde hace seis
años esta feria, para esto el municipio ha otorgado los medios necesarios para
llevarla a cabo.
Los cuerpos robustos de las chinas
oaxaqueñas, sus enormes sonrisas, faldas largas y su gracia para bailar
encantaron a los habitantes de Vidrieros y demás chimalhuaquenses, quienes
caminaron junto a los artistas, integrantes del grupo de danza folklórica
Princesa Donáis, durante el recorrido previo al inicio de los bailes de la Guelaguetza.
En la tradicional Calenda, acompañados
de la Banda Mixe, los asistentes caminaron por las calles de Mayaquén, Manuel
Alas y Organización Popular, encabezados por una pareja de gigantes oaxaqueños
que bailaron al ritmo de los sones y bailes de su tierra.
De esta manera el Gobierno Municipal y
la Dirección de Cultura dieron inicio a la Guelaguetza, festival cultural en el
que se fusiona desde hace nueve años la tradición y cultura de Oaxaca y
Chimalhuacán.
La selección de la música, bailes y sones
de las ocho regiones representativas de Oaxaca dieron colorido a la festividad
en la que hombres y mujeres ataviados con trajes distintivos, mostraron la
diversidad de ritmos y bordados que caracterizan a cada región.
En este ya tradicional festejo participaron
representantes de las ocho delegaciones municipales quienes repartieron a los
espectadores comida y antojitos típicos de Oaxaca.
El evento culminó con la participación
de dos grupos artísticos, los ballet folklóricos Huixamatli Yoxipa y Maceyoletzin
y un baile popular, así como con la venta de artesanías y la muestra
gastronómica donde hubo mezcal, tamales de nenepil, rajas con leche,
enfrijoladas, nieve oaxaqueña de sorbete y otros deliciosos alimentos