jueves, 18 de julio de 2019

- Iglesias en zona Maya de México

En el sureste de México, se encuentra una región compuesta por pequeños pueblos habitados por descendientes mayas, que en su mayoría aún conservan muchas costumbres antiguas e incluso sólo hablan la lengua nativa. Además de ello, uno de los interesantes atractivos de la zona son las iglesias coloniales, que conforman la Ruta de las Iglesias… la unión de dos culturas. En Chiapas también encontramos una gran presencia de iglesias en zona indígena maya. Primero veremos las del sureste de México y en segundo momento las de Chiapas, apoyados por una investigadora.
Las iglesias en la Zona Maya son de los pocos vestigios coloniales que han sobrevivido al paso del tiempo y se han mantenido en pie a pesar de que en algunos casos, fueron víctimas de los encuentros de la Guerra de Castas en Yucatán.
Recorrer estos pueblos llenos de historia y tradiciones, donde se hacen presentes las huellas de la evangelización de la época de la colonia, con varias iglesias antiguas en ruinas y otras aun en condiciones de reunir a la gente varias veces a la semana o en ocasiones especiales; es una experiencia interesante y enriquecedora.
La Ruta de las Iglesias de la Zona Maya abarca las localidades de Chanchén Comandante, Felipe Carrillo Puerto, Tepich, Tihosuco, y San Antonio Tuk, dentro del municipio de Felipe Carrillo Puerto; al igual que los poblados de Huay Max, Sabán, Sacalaca, X-Cabil, y X-Querol, dentro del municipio José María Morelos.
En su mayoría las iglesias de la ruta son pequeñas y sobrias, algunas más antiguas que otras y cada una con características únicas. La iglesia en Tepich por ejemplo, tiene a un costado un cementerio maya amurallado.
Por otro lado la edificación más imponente de la zona es el Templo del Santo Niño Jesús o Ex convento de Tihosuco, el cual tenía retablos al óleo, una cruz dorada con mangas de terciopelo bordado en oro y seda.
Una de las iglesias más antiguas conocidas en el estado de Quintana Roo, se encuentra en Sacalaca, conocida como “la de los blancos” consagrada a la virgen María, pero no es la única iglesia en el pueblo, también se encuentra “la de los indios”. Tener dos iglesias en un mismo pueblo se hizo por las divisiones entre los conquistadores, que se clasificaron en blancos y criollos.
Para complementar la experiencia, es recomendable visitar los centros ceremoniales mayas católicos, espacios donde los indígenas realizan rezos, rituales, ceremonias y festividades. Estos se encuentran ubicados en Chancah Veracruz, Chumpón, Chunyaxché, Cruz Parlante, Tihosuco, Tixcal Guardia, y Tulum.
Identidades religiosas en la zona maya de Chiapas. La identidad religiosa en estas comunidades indígenas mayas de Chiapas tiene componentes sociales, ideológicos, de devoción y costumbre heredada de sus antepasados, así como de apropiación, reinterpretación y resistencia para sobrevivir como pueblo.
Una investigadora nacional nivel I detalla que las nuevas identidades religiosas no implican necesariamente un proceso de conversión profunda, sino que el cambio de adscripción religiosa puede obedecer a que las congregaciones funcionan como dispositivos para rodearse de un grupo de apoyo cuando migran, para dar solución a conflictos sociales, o bien a problemas personales que muchas veces relacionan con la salud, especialmente si se habla de alcoholismo, una enfermedad que suele ser frecuente en las comunidades mayas, donde el alcohol está muy presente en la interacción social y en la ritualidad.
Y es que, señala, las congregaciones religiosas han tenido un papel importante en la organización de la población indígena tras los movimientos de desplazamiento derivados de los conflictos inter e intracomunitarios, y la guerra de baja intensidad que siguió al movimiento zapatista. Las redes religiosas se convierten en fuentes de capital social y ayuda internacional, pues se trata de redes transnacionales que les vinculan a comunidades globales.
¿Por qué el fenómeno del cambio religioso está tan presente en Chiapas?
Influyen varias cuestiones, una de ellas es el campo vacío que, de alguna manera, deja la iglesia católica cuando es expulsada por los gobiernos liberales. A principios del siglo, la iglesia Reformada norteamericana decide que América Latina es tierra de misión y el área maya es elegida para hacer ese trabajo en México y Guatemala. A Chiapas empiezan a llegar los primeros misioneros que lo primero que hacen es aprender las lenguas nativas para traducir la Biblia a sus lenguas. Junto con ello les llevan también respuesta a los problemas de salud que agobian a la población.
Las identidades religiosas son dispositivos que tienen los pueblos acá, porque estamos hablando de un territorio en las márgenes del estado, una población mayoritariamente indígena, con altos índices de marginación y pobreza, de baja escolarización y pocas oportunidades de empleo.
Por otra parte, la población indígena es ajena tanto a la iglesia católica como a la protestante, porque tiene una religiosidad propia que le viene “de costumbre”, aquí hay una devoción y reverencia a los antepasados y su legado. En este legado juega un papel importante los componentes que vienen de su cultura, de su manera de entender su relación con las deidades; pero también su costumbre tiene la impronta de la religión católica, de tal manera que ellos no identifican su espiritualidad con ninguna religión, sino solo como su costumbre, la herencia de los antepasados.
La verdad es que los pueblos mayas no han sido católicos al estilo de la iglesia católica romana, no lo fueron, trataron de imponérselo pero los historiadores han dado cuenta de cómo aquí se seguían haciendo rezos en la montañas o en las cuevas, y todo eso era muy combatido por los religiosos.
La religiosidad tradicional, la manera en que el maya se relaciona con la idea de lo sagrado sigue perdurando. La religiosidad popular es fuerte y eso cada vez está más presente, porque el hombre maya es sumamente religioso, es un campesino vinculado a su milpa, a su tierra, a su montaña y manantial del agua, y si no le rezas a las fuerzas y espíritus que moran en estos lugares, a lo mejor hay sequía y no podrá tener su "maicito". Con la influencia de estas misiones evangelizadoras, la población dialoga porque así es la manera en que la población indígena se interna al mundo moderno global que llega a tocar a su puerta.
Empecé trabajando con las expulsiones religiosas en San Juan Chamula, me he concentrado en explorar la pluralidad religiosa entre la población indígena después de la expulsión de los sacerdotes a finales del siglo XIX, cuando hubo un florecimiento de la religiosidad popular indígena. Esto les permitió florecer al margen de la imposición institucional de la iglesia. Posteriormente empiezan a venir las misiones, primero llegan los presbiterianos, le siguen los pentecostales, que imprimieron la emocionalidad en el culto que a la fecha está presente hasta en la propia iglesia católica.
El cambio religioso lo sigo considerando a través de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, que es un tipo de misión porque prácticamente la iglesia católica desapareció a fines del siglo XIX. Se trata de una diócesis muy particular por la figura de don Samuel Ruiz, el obispo que participó en el Concilio Vaticano II, un prelado que fue influido por un pensamiento teológico crítico que emergió en un sector del sacerdocio latinoamericano y de todo un movimiento cristiano en donde está presente el pensamiento marxista, las utopías sociales y la justicia social, además de las corrientes de la educación popular en América Latina.
Los promotores de este pensamiento latinoamericano, entre ellos el obispo Samuel Ruiz, se plantean la importancia de estar al lado de los pobres, de los que sufrían injusticia. A don Samuel le tocó hacer su labor entre los mayas de Chiapas, es así que se da cuenta de la importancia del elemento cultural para hacer una iglesia autóctona, una iglesia indígena y empezó a ponerla en marcha con acciones pastorales y un grupo que integraba a varias comunidades religiosas al interior de la iglesia.
Ese pensamiento se sembró en las órdenes religiosas que actualmente están trabajando. Uno de los elementos que puede distinguir a esta diócesis es la importancia de lo que llaman “la misión profética de la iglesia”, que es entendida como la denuncia de injusticias. En la diócesis hay una organización de laicos vinculada a la iglesia llamada Pueblo Creyente, que tiene como misión encabezar luchas ciudadanas, es una poderosa organización que incluye 54 parroquias y abarca varias partes del estado.
Estoy enfocándome en la inculturación y el trabajo de las órdenes, porque en el campo católico no todo es lo mismo. Trabajo con los dominicos, una orden que también tiene presencia en Guatemala, y uno de sus superiores tuvo la idea de fundar una rama en Las Verapaces, región del norte de ese país. Se está propiciando un encuentro entre ambas regiones para discutir los desafíos de una pastoral indígena.
Ahora estoy trabajando en ello porque la orden de los dominicos ha priorizado la cuestión de denuncia de las injusticas, de protección a la población indígena y la inculturación de las lenguas y de entender su mundo.
Acabo de ir a Las Verapaces, es una de las regiones donde el conflicto armado guatemalteco fue terrible y que ahora están luchando en varias comunidades en contra de la construcción de hidroeléctricas al pedir que sean consultados, y los sacerdotes están acompañándolos en la defensa de sus derechos como pueblo.
En México, los dominicos están al frente de la evangelización indígena y realizan un trabajo importante vinculado con los pueblos y con la defensa de sus derechos, trabajando por los migrantes, incluso ya han fundado una casa del migrante. Además se está incentivando la aceptación de la manera indígena de relacionarse con lo sagrado, porque antes se les exigía que abandonaran toda idolatría, que no rezaran en el cerro o no hicieran limpias, y ahora la iglesia está respetando esa parte cultural, incorporándola más al culto.