jueves, 29 de septiembre de 2016

- El mundo de los huicholes

Cultura y mundo Huichol-Wixárica
Los huicholes también llamado el Pueblo Wixárika habitan el oeste central de México, en la Sierra Madre Occidental, principalmente en los estados de Nayarit, Jalisco y partes de Durango y Zacatecas. Se autodenominan wixárika (la gente) en su lengua, que pertenece a la familia de las lenguas uto-aztecas y a la que llaman wixaritari waniuki (huichol o lengua huichola).
La región wixárika se encuentra en el espinazo de la sierra Madre Occidental o sierra wixarika, en los estados de Nayarit, Jalisco y Durango.
 Dividida en cinco grandes comunidades, cada una de las cuales es autónoma, tiene sus propias autoridades civiles y religiosas. La autoridad civil es encabezada por un gobernador llamado totohuani, y se renueva anualmente. Los mara 'akate o maraakames -cantadores o sacerdotes- tienen como misión conservar y mantener vivas las tradiciones.
Los huicholes constituyen un grupo orgulloso por su gran riqueza cultural, son de carácter alegre, comunicativo y hospitalario, y es frecuente verlos portando su vistosa indumentaria tradicional hecha de manta con bordados de colores vivos. Los hombres llevan terciadas bolsas de lana con bellos bordados, y su número y color simboliza la posición social y económica de quien las porta.
Wirikuta es uno de los territorios más sagrados de la cosmogonía de los indígenas wixarika (huicholes) ya que según sus creencias la creación del mundo ocurrió en dicho sitio. Pertenece al estado mexicano de San Luis Potosí, parte de los municipios de Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de Guadalupe, Villa de La Paz y Villa de Ramos
Es desde 1998 parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales de la UNESCO. Es un área natural protegida estatal de San Luis Luis Potosí, declarada el 7 de octubre del 2000 como «Sitio Sagrado Natural de “Wirikuta y la Ruta Histórico Cultural del Pueblo Wixárika”», con un área protegida de 140211,85 ha y 138,78 km de la Ruta Histórico Cultural del Pueblo Wixárika.
Peregrinación: Según la cosmogonía wixarika, cada uno de los cuatro puntos cardinales y el centro de la región wixarika, poseen un territorio sagrado en la que habitan las deidades más importantes:
-Teakata (Santa Catarina, Jalisco), al centro,
-Huaxamanaka (Cerro Gordo, Durango), al norte.
-Haramara (San Blas, Nayarit), al oeste.
-Xapawleyeta (Isla de los Alacranes del Lago Chapala, Jalisco), al sur.
-Wirikuta, en el este. En dicha zona los wixarika creen salió por vez primera el sol y habitan las deidades y espíritus ancestrales, por tanto, consideran que cada elemento natural que habita en Wirikuta es igualmente sagrado. Uno de los ritos más sagrados es la peregrinación a Wirikuta. Entre los meses de octubre y marzo, se recrea el caminar de las deidades desde el mar en Haramara, al este, hasta el lugar en donde salió el sol (Reunax), el actual Cerro Quemado (Leunaxü).
 Los dioses fueron guiados por Tatewari, el abuelo fuego. Hasta ahí llegó un venado (maxa) que con sus cuernos elevó el disco solar al cielo, dándole luz al mundo.
Cada año, los maraka'ames (chamanes) huicholes peregrinan desde la región Wixarika en Jalisco hasta San Luis Potosí, a unos 400 km de distancia, como forma de recrear dicho caminar mítico. Actualmente el recorrido se realiza apoyado por diversos medios de transporte. La primera parte de la peregrinación es caminar hasta Takata, un territorio sagrado en la Sierra Madre Oriental, en donde los jicareros (xuxuricare o guardianes de los templos) que peregrinarán pedirán que tengan buen camino. De ahí partirán hacia un kalihuey, un templo mayor en donde prepararán junto a otras autoridades wixarika el caminar hasta Wirikuta.
En el grupo de peregrinación guía un maraka'ame con un grupo de jicareros. En el trayecto deben caminar dos niños con los rostros cubiertos. Durante la marcha, se consume solo agua y se realiza la marcha en silencio y en estado contemplativo. En Wirikuta el primer ritual es la confesión de los peyoteros de sus pecados de índole sexual ante una fogata que evoca aTatehuari. Mientras, otro maraka'me golpea las piernas de los confesantes con una vara para que no omitan ningún detalle.
Su espiritualidad tradicional incluye la recolección y el consumo ritual del peyote, un cactus que posee efectos alucinógenos debido a sus alcaloides psicoactivos, entre ellos la mescalina.
La última parte del rito es la recolección del hikuri, el cual llevarán de regreso a sus comunidades, haciendo la recreación cosmogónica del ciclo de la vida.
Los documentales Huicholes: Los últimos guardianes del peyote (2015), de Kabopro Films, y Eco de la montaña (2014), de Nicolás Echevarría, narran las vicisitudes de la comunidad wixárika para defender lo poco que queda de su cultura frente a los embates de la industria minera moderna.

En el Museo Zapatecano hay una sala totalmente dedicada al mundo de los Huicholes, he aqui algunas fotos tomadas en el Museo de Zacatecas:




Los coloridos tejidos de los Huicholes expuestos en el Museo Zacatecano: