Cultura y mundo Huichol-Wixárica
Los huicholes
también llamado el Pueblo Wixárika habitan
el oeste central de México, en la Sierra Madre Occidental, principalmente en los
estados de Nayarit, Jalisco y partes de Durango y Zacatecas. Se autodenominan wixárika (la gente) en su lengua, que
pertenece a la familia de las lenguas uto-aztecas y a la que llaman wixaritari
waniuki (huichol o
lengua huichola).
La región wixárika se encuentra en el espinazo de la sierra
Madre Occidental o sierra wixarika, en los estados de Nayarit, Jalisco y Durango.
Dividida en cinco
grandes comunidades, cada una de las cuales es autónoma, tiene sus propias
autoridades civiles y religiosas. La autoridad civil es encabezada por un
gobernador llamado totohuani, y se renueva anualmente.
Los mara 'akate o maraakames -cantadores o sacerdotes- tienen como
misión conservar y mantener vivas las tradiciones.
Los huicholes constituyen un grupo orgulloso
por su gran riqueza cultural, son de carácter alegre, comunicativo y
hospitalario, y es frecuente verlos portando su vistosa indumentaria
tradicional hecha de manta con bordados de colores vivos. Los hombres llevan
terciadas bolsas de lana con bellos bordados, y su número y color simboliza la
posición social y económica de quien las porta.
Wirikuta es uno de los territorios
más sagrados de la cosmogonía de
los indígenas wixarika (huicholes)
ya que según sus creencias la creación del mundo ocurrió en dicho sitio. Pertenece al estado
mexicano de San Luis Potosí, parte de los municipios
de Catorce,
Charcas,
Matehuala, Villa de Guadalupe, Villa de La Paz y Villa de Ramos.
Es desde 1998 parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados
Naturales de la UNESCO.
Es un área natural protegida estatal de San Luis Luis Potosí, declarada el 7
de octubre del 2000 como «Sitio Sagrado Natural de “Wirikuta y la Ruta Histórico Cultural
del Pueblo Wixárika”», con un área protegida de 140211,85 ha y 138,78 km de la Ruta Histórico
Cultural del Pueblo Wixárika.
Peregrinación: Según la cosmogonía wixarika, cada
uno de los cuatro puntos cardinales y el centro de la región wixarika, poseen
un territorio sagrado en la que habitan las deidades más importantes:
-Teakata
(Santa Catarina, Jalisco), al centro,
-Huaxamanaka
(Cerro Gordo, Durango), al norte.
-Haramara
(San Blas, Nayarit), al oeste.
-Xapawleyeta
(Isla de los Alacranes del Lago Chapala, Jalisco), al sur.
-Wirikuta,
en el este. En dicha zona los wixarika creen salió por vez primera el sol y
habitan las deidades y espíritus ancestrales, por tanto, consideran que cada
elemento natural que habita en Wirikuta es igualmente sagrado. Uno de los ritos más sagrados es la
peregrinación a Wirikuta. Entre los meses de octubre y marzo, se recrea el
caminar de las deidades desde el mar en Haramara, al este, hasta el lugar en
donde salió el sol (Reunax), el actual Cerro Quemado (Leunaxü).
Los dioses
fueron guiados por Tatewari,
el abuelo fuego. Hasta ahí llegó un venado (maxa) que con sus cuernos
elevó el disco solar al cielo, dándole luz al mundo.
Cada
año, los maraka'ames (chamanes) huicholes peregrinan desde la
región Wixarika en Jalisco hasta San Luis Potosí, a unos 400 km de distancia, como
forma de recrear dicho caminar mítico. Actualmente el recorrido se realiza
apoyado por diversos medios de transporte. La primera parte de la peregrinación
es caminar hasta Takata, un territorio sagrado en la Sierra Madre Oriental, en donde los
jicareros (xuxuricare o
guardianes de los templos) que peregrinarán pedirán que tengan buen camino. De
ahí partirán hacia un kalihuey,
un templo mayor en donde prepararán junto a otras autoridades wixarika el
caminar hasta Wirikuta.
En el
grupo de peregrinación guía un maraka'ame con un grupo de jicareros. En el
trayecto deben caminar dos niños con los rostros cubiertos. Durante la marcha,
se consume solo agua y se realiza la marcha en silencio y en estado
contemplativo. En Wirikuta el primer ritual es la confesión de los peyoteros de
sus pecados de índole sexual ante una fogata que evoca aTatehuari.
Mientras, otro maraka'me golpea las piernas de los confesantes con una vara
para que no omitan ningún detalle.
Su espiritualidad tradicional incluye la recolección y el
consumo ritual del
peyote,
un cactus que posee efectos alucinógenos debido a sus alcaloides psicoactivos, entre ellos la mescalina.
La
última parte del rito es la recolección del hikuri,
el cual llevarán de regreso a sus comunidades, haciendo la recreación
cosmogónica del ciclo de la vida.
Los documentales Huicholes: Los últimos guardianes del peyote (2015), de Kabopro Films, y Eco de la montaña (2014), de Nicolás Echevarría, narran las vicisitudes de la comunidad wixárika para defender lo poco que queda de su cultura frente a los embates de la industria minera moderna.
En el Museo Zapatecano hay una sala totalmente dedicada al mundo de los Huicholes, he aqui algunas fotos tomadas en el Museo de Zacatecas:
Los coloridos tejidos de los Huicholes expuestos en el Museo Zacatecano: