sábado, 21 de enero de 2017

- San Miguel de Allende en Guanajuato

San Miguel de Allende es una ciudad del estado mexicano de Guanajuato
Se encuentra a una altitud de 1910m y está situada a 274 kilómetros, de la Ciudad de México, a 97 kilómetros de la ciudad de Guanajuato y a 157 Kilómetros de León Guanajuato. Es parte de la macro región del Bajío.
El 7 de julio de 2008 fue inscrita por la Unesco en el Patrimonio cultural de la Humanidad. Bajo el título de Villa Protectora de San Miguel el Grande y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, la distinción se otorgó debido a su aporte cultural y arquitectónico al Barroco mexicano y a su importancia en la lucha de Independencia de México.
El 1 de noviembre de 2013 fue nombrada por la revista Condenast Traveler como la mejor ciudad del mundo junto con otras 24 ciudades que son reconocidas por su gran aportación cultural, belleza arquitectónica, y lugares de diversión.
San Miguel de Allende pertenece al Corredor Turístico Dolores Hidalgo -Guanajuato-San Miguel de Allende. San Miguel cuenta con un museo turístico del juguete nacional en México, ahí se puede apreciar la forma en la que México ha florecido en el ámbito de sus artesanías. 
El mercado de artesanías, situado en  Lucas Balderas|Plaza Lanaton, en el centro de la ciudad es un mercado que ocupa 6 manzanas aproximadamente. Es un lugar donde en vez de comprar frutas y verduras compras puras artesanías y nada más, cada peso que cobran los artesanos vale la pena.
De acuerdo a la vigésimo sexta edición de los Readers' Choice Awards, realizados el 13 de octubre de 2013 y promocionados por la revista Condé Nast Traveler, San Miguel de Allende es considerada como la mejor ciudad turística del mundo. 
Esta el centro cultural de Bellas Artes, que fue parte del Templo de la Inmaculada Concepción, tenía la función de convento, donde las monjas se enclaustraban, hasta el tiempo de la Reforma funciono como tal. En tiempo de la Revolución funciono como cuartel militar y hasta 1938, se utilizó como difusión de las artes
La ciudad fue fundada en 1542 por el monje franciscano Fray Juan de San Miguel, quien bautizó el asentamiento como San Miguel el Grande. Era un punto de paso importante del Antiguo Camino Real, parte de la ruta de plata que se conectaba con Zacatecas.
El pueblo se destacó prominentemente durante la Guerra de Independencia. Ignacio Allende, nativo de San Miguel, fue un líder clave en la guerra. Capturado cuando marchaba hacia Estados Unidos en busca de armas, fue juzgado en Chihuahua, sentenciado y fusilado. Su cabeza fue expuesta en uno de los ángulos de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato junto a las de Miguel Hidalgo, Juan Aldama y Mariano Jiménez. La población de San Miguel el Grande fue elevada a ciudad el 8 de marzo de 1826 y cambió el nombre por "San Miguel de Allende" en honor al héroe nacional.
Para la década de 1900, San Miguel de Allende estuvo a punto de convertirse en un pueblo fantasma. En 1926 fue declarado monumento histórico por el Gobierno mexicano, por lo que desde entonces el desarrollo en el distrito histórico está restringido para conservar el carácter colonial del pueblo.
Durante la década de 1950, San Miguel de Allende se convirtió en un lugar turístico conocido por su bella arquitectura colonial y sus fuentes termales. Después de la Segunda Guerra Mundial, San Miguel comenzó a revivir sus atractivos turísticos cuando muchos soldados norteamericanos fuera de servicio descubrieron que los servicios educativos de instituciones de EE. UU. acreditaban al Instituto Allende (fundado en 1950), por lo que se garantizaba la educación de su familia, dado lo cual empezaron a pasar largas temporadas en esta ciudad.
El lugar es famoso a nivel mundial por su clima templado, los ojos de agua termal y su arquitectura. San Miguel de Allende ha atraído una gran comunidad de residentes extranjeros, que componen gran parte de la población.
San Miguel cuenta con numerosas iglesias católicas con fachadas hermosas de cantera, pero la más espectacular, la Parroquia de San Miguel Arcángel, Convertida en el símbolo de la ciudad; esta interesante mole de cantera rosa, fue construida en el siglo XVIII con una portada en estilo barroco. Hacia 1880 se le sobrepuso la nueva fachada neogótica, realizada por el maestro Ceferino Gutiérrez, en la que sorprende la genial disposición de arcos ojivales, columnas y nichos con esculturas estilizadas. El interior del templo, de planta de cruz latina y decorado al estilo neoclásico, conserva algunos lienzos con temas religiosos que han sido atribuidos a los hermanos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez. Se localiza frente a la Plaza Principal.
San Miguel de Allende es una ciudad que logra ser pintoresca y cosmopolita al mismo tiempo. Alguna vez fue una importante parada en la ruta de la plata entre Zacatecas y la Ciudad de México
Su centro histórico está lleno de edificios bien conservados que datan de los siglos XVII y XVIII. Con sus estrechas calles empedradas, patios arbolados, finos detalles arquitectónicos y suntuosos interiores, San Miguel de Allende es, sin duda, la ciudad más bonita de México
En 2008 fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, citando a la arquitectura religiosa y la arquitectura civil del poblado como una muestra de la evolución de las diferentes tendencias y estilos, desde el Barroco hasta el Neogótico de finales del siglo XIX.
San Miguel se encuentra en las tierras altas montañosas del centro de México. No cuenta con un aeropuerto internacional, por lo que los viajeros generalmente llegan, ya sea al aeropuerto de León/Bajío, o al aeropuerto de la Ciudad de México para a continuación tomar un autobús.
Caminar es sin lugar a duda la mejor manera de explorar San Miguel. Un automóvil puede ser más un estorbo que una ayuda en el pueblo, aunque puede ser útil para llevar a cabo excursiones a las ciudades cercanas como Dolores Hidalgo o Querétaro. Cuando tus pies se cansen de caminar, puedes subir al tranvía que sale desde la oficina de turismo, en el lado norte del Jardín Principal. 
En San Miguel se encuentra una comunidad bastante grande de expatriados, por lo que no es difícil encontrar servicios en inglés, hoteles y restaurantes que satisfacen las necesidades de los norteamericanos, canadienses y europeos que aquí se reúnen. 
Sin embargo, continúa siendo un poblado muy mexicano, donde los habitantes locales conviven alegremente con los extranjeros que los visitan o que residen en la ciudad.
San Miguel es un destino preferido para los amantes del arte. Si eres artista principiante, consumado, o simplemente prefieres admirar las creaciones de los demás, aquí serás feliz. Las inauguraciones de estudios, cursos y talleres constituyen una parte vital de la pujante escena artística. Aquí abundan las galerías, las boutiques y las tiendas que venden una amplia gama de arte y artesanías, por lo que no será difícil encontrar recuerdos que llevar a casa.
A San Miguel de Allende lo rodea un aire de tranquilidad, esta es la ciudad perfecta para una estancia prolongada. Puedes tomar clases de arte y sentirte como en casa. Se puede caminar día y noche sin peligro y el clima es agradable todo el año.
  Los artistas locales ofrecen por las fiestas decembrinas estos bellos nacimientos en el interior de las iglesias de San Miguel de Allende: