viernes, 1 de abril de 2016

- En Villahermosa, Olmecas

Piezas Olmecas en el Parque-Museo La Venta (Villahermosa)-Tabasco
El Parque Museo La Venta es un museo al aire libre ubicado en la ciudad de Villahermosa en el Estado de Tabasco que atesora una de las más grandes colecciones de piezas pertenecientes a la cultura olmeca, descubiertas en la ciudad prehispánica de La Venta.
Este sitio fue diseñado, organizado y montado por el poeta tabasqueño Carlos Pellicer, su inauguración se llevó a cabo el 4 de marzo de 1958, y es el único museo al aire libre en Latinoamérica
En los años cincuenta Pemex (Sociedad estatal de Petróleos de México) descubrió un rico manto energético, cerca de la población prehispánica de La Venta, el cual empezó a explotar inmediatamente, modificando el ambiente natural y arrasando con muchos vestigios construidos por esa cultura. Por esta razón, a iniciativa de Carlos Pellicer Cámara se inició el rescate de un gran número de piezas arqueológicas, trasladándolas a la ciudad de Villahermosa en un ambiente natural, como se supone estaban cuando se encontraron.
El parque-museo debe su nombre al lugar en que fueron encontradas las piezas. Y fue desde allí, y mediante gestiones que realizó el poeta Carlos Pellicer desde 1951, que se trasladaron a Villahermosa. Pellicer encontró un lugar ideal para albergar las esculturas monumentales que asombrarían al mundo: ocho hectáreas de selva ubicadas a la orilla de la Laguna de las Ilusiones. 
Pellicer deseaba que el paisaje fuera muy parecido al de origen y colocar las piezas de acuerdo a como estaban antes de desenterrarlas. Así, en los meses de julio y agosto de 1957, se inicia el traslado de los grandes monolitos con la ayuda de diversas instituciones gubernamentales.
El museo cuenta con una extensión de 6.8 hectáreas en el que se muestra una colección de 36 monumentos arqueológicos entre altares, estelas, cabezas colosales y 33 monolitos que datan de los años 1300 a 200 aC., y complementan su contenido alrededor de 421 especies de fauna viva, entre mamíferos, aves y reptiles, además de la flora representativa de esta región tropical. El parque organiza visitas guiadas, talleres de pintura para niños, conferencias, presentaciones de libros y concursos de arte. Cuenta con sala de usos múltiples, tienda de artesanías y cafetería, además de contar con un moderno espectáculo de luz y sonido que se representa por las noches.

La cultura olmeca es el nombre de la civilización que se desarrolló durante el Período Preclásico Medio (1500 aC-500aC). Aunque se han encontrado vestigios de su presencia en amplias zonas de Mesoamérica, se considera que el área nuclear olmeca—o zona metropolitana— abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Se desconoce quiénes son los antepasados de este pueblo; sin embargo, hay numerosas conjeturas que han intentado resolver el problema de la identidad de los olmecas.
 Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y a las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como deidad asociada a la agricultura, el simbolismo religioso del jade e, incluso, el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales centros de esta sociedad.
la cultura olmeca tuvo una difusión que alcanzó la mayor parte de Mesoamérica, una de las regiones donde se han encontrado las evidencias más claras de la presencia de esta cultura es la parte sur de la Llanura Costera del Golfo de México, comprendida entre los ríos Papaloapan y Grijalva, que corresponde a la mitad norte del Istmo de Tehuantepec. 
Mosaico representando al Jaguar. Animal considerado sagrado por los olmecas. Debido a su deterioro, esta pieza fue trasladada al Parque-Museo La Venta de Villahermosa 
Actualmente, esta zona corresponde al sureste del estado de Veracruz y el poniente de Tabasco. Se trata de una zona de un clima cálido y muy húmedo, condiciones climatológicas que seguramente poseyó también en la antigüedad precolombina.
El área nuclear olmeca es irrigada por caudalosos ríos que bajan de las estribaciones de la Sierra Madre de Oaxaca y la Sierra Madre Oriental, como el Coatzacoalcos, San Juan y Tonalá. Debido a la humedad de la zona y de las fuentes de estos ríos, en temporada de lluvias los desbordamientos de las corrientes son una constante. 
(Arbol Ceiba en el Museo de La Venta, comparar con el visitante que aparece abajo izquierda)
Aunque en la actualidad la vegetación de esta región ha sido ampliamente modificada por la acción del hombre, antiguamente estuvo recubierta por una espesa selva tropical, que era el hábitat de numerosas especies que en la actualidad se encuentran a punto de desaparecer en el territorio mexicano, entre ellas el jaguar, las aves de plumajes preciosos como guacamayas y quetzales; reptiles de diversas especies, y mamíferos como el tapir.
(planta del café que se encuentra en el Museo La Venta de Villahermosa)
Para obtener piedra sólida para sus materiales, los olmecas, habitantes de esta región, recurrieron a las canteras de la Sierra de los Tuxtlas —conocida también como sierra de Santa Marta o de San Andrés—, que les proveyeron de basalto y otras rocas volcánicas que emplearon en la construcción y en la escultura. 
Sin embargo, estas fuentes de materiales pétreos se encuentran a más de cien kilómetros de distancia respecto a sitios como San Lorenzo y La Venta, lo que puede dar una idea del nivel de organización que se requirió para trasladar —sin animales de carga y sobre un suelo cenagoso— esos monolitos que se pesan en decenas de toneladas, hasta los centros políticos de la cultura olmeca.

La Venta: Fue el centro ceremonial más importante de los olmecas. Esta antigua ciudad se distingue por representar el primer trazo arquitectónico planificado en el México antiguo, su arquitectura monumental de tierra, su gran acervo escultórico y sus ofrendas de jade, al igual que por sus ofrendas masivas, únicas en el mundo prehispánico.

 En los alrededores de La Venta se han encontrado vestigios culturales que datan de 1750 antes de Cristo, aunque la ocupación principal se concentra entre el 1200 y el 400 antes de Cristo. Cuenta con la pirámide más antigua de Mesoamérica y también se han encontrado cabezas colosales y tronos, que merecen especial reconocimiento por el hecho de que para construirlas, tuvieron que ser transportados los enormes bloques de basalto desde la Sierra de los Tuxtlas, a decenas de kilómetros de ahí, ya que por ser una zona pantanosa y arenosa, no había piedras. Se cree que pudo llegar a albergar hasta a 18.000 habitantes.
La ciudad prehispánica de La Venta, parece haber sido abandonada hacia el año 400 aC. Según los arqueólogos, este repentino abandono pudo deberse a factores ambientales como el cambio de curso de los cauces de los ríos, lo que ocasionó el colapso primero en San Lorenzo y después en La Venta y llevaron a movimientos masivos de personas hacia otras regiones como El Petén o la costa del Pacífico.
Los arqueólogos piensan que el abandono de La Venta fue el inicio del final de la cultura olmeca, aunque se habla de la aparición muchos siglos después, de un estilo "Epi olmeca" centrado en Tres Zapotes y otros sitios contemporáneos. La migración y posterior mezcla de la civilización olmeca con otros grupos produjo un proceso de transformación y adelanto como la escritura y el calendario que dio origen a la cultura maya y a otras culturas de Mesoamérica.
De hecho, se cree que los descendientes de los olmecas que emigraron a la zona de El Petén guatemalteco, posteriormente se mezclaron con la gente del lugar originando a los "protomayas". 
Durante esta migración, varios de estos grupos se quedaron y se asentaron en la llanura costera de Tabasco, en la región que más tarde sería conocida como la "Chontalpa" en el delta del entonces río Mezcalapa (hoy río Seco) y que desembocaba al Golfo de México por la barra de Dos Bocas, dando origen de esta forma los Mayas de Tabasco.
En la zona arqueológica de La Venta, se ha contabilizado el descubrimiento de 92 piezas entre cabezas colosales, altares, estelas y demás esculturas, incluyendo las 35 que fueron trasladadas entre 1958 y 1959 a la ciudad de Villahermosa.
En cuanto al número de monumentos encontrados, en su mayoría está compuesto por esculturas, aunque también se incluyen otros objetos pétreos como la tumba hecha con columnas de basalto, cuatro columnas de piedra sin labrar que se cree fueron utilizados como elementos arquitectónicos de otras construcciones, tres "cilindros", un tramo de canal de piedra para el manejo de agua, un pedazo de escalón, así como cinco fragmentos grandes amorfos de piedra probablemente para elaborar algunas esculturas. Aunado a esto, se han encontrado más de 3 mil objetos entre figurillas, joyería, hachas y cinceles. Muchas de estas piezas, se exhiben en el museo de sitio.

Religión de los Olmecas: Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores. 
Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, etc.

El centro de su religión es el culto al jaguar y aparece representado en la iconografía olmeca. Se le representaba con la característica boca olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy engrosado. En muchos casos con colmillos muy pronunciados, adornos supraciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la misma manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del dios de la lluvia, que se desarrollará posteriormente en muchos puntos de Mesoamérica.
Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos animales de la zona. Normalmente, aparecen mezclados entre ellos, cabezas de unos y cuerpos de otros, creando seres mitológicos. En ocasiones para sus representaciones religiosas tienden a la abstracción, con lo cual no se sabe exactamente qué pudo significar.
Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.
(altar olmeca de sacrificios en el Parque La Venta de Villahermosa)
Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Pero se cree que pudo tener toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una figura de animal para identificarse.