De acuerdo con un cálculo del Instituto
Nacional Indigenista (INI) en 2012 la población indígena en México era de
aproximadamente 15 millones de personas, repartidas en 56 grupos étnicos.
En contraste con otros países de América Latina, donde
los pueblos indígenas corresponden en su mayoría a un solo grupo lingüístico,
cuyo idioma ha sido elevado a la categoría de
oficial en compañía del español, en México existen
alrededor de 65 pueblos indígenas que hablan entre sesenta y dos y más de una
centena de lenguas diferentes (dependiendo de la fuente consultada) esta es una
masiva directa.
En México, la población indígena está distribuida por toda la nación pero se concentra especialmente en la sierra Madre del Sur, la Península de Yucatán y en las zonas más remotas y de difícil acceso, tales como la Sierra Madre Oriental, la Sierra Madre Occidental y áreas vecinas a éstas, no es numerosa la población indígena. En México debido al mestizaje la presencia de los nativos mexicanos dentro de la identidad nacional está muy presente por el alto desarrollo de las culturas mesoamericanas.
Parte de la población mestiza de México se ve influenciada e identificada por el indigenismo en mayor medida a diferencia de otras naciones con contingentes indígenas.
En el norte, centro y el oeste de México habitan grupos como los Tarahumaras, Huicholes, Mazahuas, Otomiés, Purépechas, Mexicas, Nahuas y los Yaquis. Mientras que en el sur y sureste del país los Tlapanecos, Mixtecos, Mixes, Triquis, Zapotecos y los Mayas, entre otros.
El estado con mayor población indígena es Oaxaca aunque mucho de ella ha emigrado y el que tiene mayor población indígena viviendo en su propio territorio es Yucatán. Grupos étnicos como los zapotecos, mayas, nahuas, purépechas, mixtecos, yaquis, kikapúes y otomíes han logrado mejorar sus condiciones de vida y se han adaptado fácilmente a la cultura del comercio y la globalización.
La participación indígenas, fue importante para la Independencia de México, ésta no supuso grandes cambios para la aún entonces mayoría indígena de México. La imposición del español en todos los asuntos públicos se acompañó de la obligatoriedad de la escuela primaria en español para toda la población, fue el cambio más trascendental para los indígenas.
Los procesos liberalizadores implicaron un nuevo golpe a la vida tradicional indígena, al eliminar los cabildos indígenas regidos por los usos y costumbres y las parcelas comunales, que fueron privatizadas y pasaron a manos de caciques locales. Esto empeoró aún más las condiciones de vida indígenas y los obligó en muchos casos a trabajar como semiesclavos para los nuevos amos.
Las rebeliones indígenas contra las continuas expropiaciones y la explotación por parte de blancos y mestizos continuaron: zapotecos (1839-1853), nahuas de Guerrero (1842-46), huastecos (1879-1882), yaquis (1825-1897) y la llamada Guerra de Castas, rebelión maya que creó un estado independiente en Yucatán. Estas rebeliones fueron sofocadas por el nuevo gobierno mexicano con tanta saña como el colonial, incluyendo deportaciones masivas, como la de yaquis a Yucatán o la venta de mayas como esclavos a Cuba, después de las masacres de mestizos y blancos en numerosas ciudades de la península de Yucatán.
El siglo XIX vio sin embargo la llegada de un indio a la máxima jerarquía de la nación, Benito Juárez, zapoteco casado con mestiza; y además, un mestizo mixteco-criollo, Porfirio Díaz, quien sin embargo se distinguió por su política represora antiindígena y de 'blanqueamiento' de la población (Guerra del Yaqui, fin de la Guerra de Castas).
A principios del siglo XX los indígenas mexicanos eran más de la mitad de la población, su participación en la Revolución Mexicana pidiendo tierras y mejores condiciones de vida, se vio satisfecha sólo parcialmente con la (reforma agraria, creación de ejidos), pero continuaron siendo marginados y pobres.
El zapatismo fue un movimiento fundamental que influye fuertemente entre los indígenas de zonas rurales, bajo el lema de “La Tierra es de quien la trabaja”. He aquí un texto de los zapatistas: “En tiempo de la guerra de la independencia de 1810 encabezada por el padre Hidalgo, somos los indígenas que más sangre dimos por la independencia y libertad de nuestra patria. Pero después de esa guerra de independencia y de libertad los indígenas seguimos ocupando el mismo lugar de esclavos, de pobres, de humillados y olvidados, se ignoraron la sangre de nuestros caídos y la existencia de los que sobrevivieron. Entonces no hubo libertad ni independencia de los indígenas, solo se cambiaron de amos y señor.
En México, la población indígena está distribuida por toda la nación pero se concentra especialmente en la sierra Madre del Sur, la Península de Yucatán y en las zonas más remotas y de difícil acceso, tales como la Sierra Madre Oriental, la Sierra Madre Occidental y áreas vecinas a éstas, no es numerosa la población indígena. En México debido al mestizaje la presencia de los nativos mexicanos dentro de la identidad nacional está muy presente por el alto desarrollo de las culturas mesoamericanas.
Parte de la población mestiza de México se ve influenciada e identificada por el indigenismo en mayor medida a diferencia de otras naciones con contingentes indígenas.
En el norte, centro y el oeste de México habitan grupos como los Tarahumaras, Huicholes, Mazahuas, Otomiés, Purépechas, Mexicas, Nahuas y los Yaquis. Mientras que en el sur y sureste del país los Tlapanecos, Mixtecos, Mixes, Triquis, Zapotecos y los Mayas, entre otros.
El estado con mayor población indígena es Oaxaca aunque mucho de ella ha emigrado y el que tiene mayor población indígena viviendo en su propio territorio es Yucatán. Grupos étnicos como los zapotecos, mayas, nahuas, purépechas, mixtecos, yaquis, kikapúes y otomíes han logrado mejorar sus condiciones de vida y se han adaptado fácilmente a la cultura del comercio y la globalización.
La participación indígenas, fue importante para la Independencia de México, ésta no supuso grandes cambios para la aún entonces mayoría indígena de México. La imposición del español en todos los asuntos públicos se acompañó de la obligatoriedad de la escuela primaria en español para toda la población, fue el cambio más trascendental para los indígenas.
Los procesos liberalizadores implicaron un nuevo golpe a la vida tradicional indígena, al eliminar los cabildos indígenas regidos por los usos y costumbres y las parcelas comunales, que fueron privatizadas y pasaron a manos de caciques locales. Esto empeoró aún más las condiciones de vida indígenas y los obligó en muchos casos a trabajar como semiesclavos para los nuevos amos.
Las rebeliones indígenas contra las continuas expropiaciones y la explotación por parte de blancos y mestizos continuaron: zapotecos (1839-1853), nahuas de Guerrero (1842-46), huastecos (1879-1882), yaquis (1825-1897) y la llamada Guerra de Castas, rebelión maya que creó un estado independiente en Yucatán. Estas rebeliones fueron sofocadas por el nuevo gobierno mexicano con tanta saña como el colonial, incluyendo deportaciones masivas, como la de yaquis a Yucatán o la venta de mayas como esclavos a Cuba, después de las masacres de mestizos y blancos en numerosas ciudades de la península de Yucatán.
El siglo XIX vio sin embargo la llegada de un indio a la máxima jerarquía de la nación, Benito Juárez, zapoteco casado con mestiza; y además, un mestizo mixteco-criollo, Porfirio Díaz, quien sin embargo se distinguió por su política represora antiindígena y de 'blanqueamiento' de la población (Guerra del Yaqui, fin de la Guerra de Castas).
A principios del siglo XX los indígenas mexicanos eran más de la mitad de la población, su participación en la Revolución Mexicana pidiendo tierras y mejores condiciones de vida, se vio satisfecha sólo parcialmente con la (reforma agraria, creación de ejidos), pero continuaron siendo marginados y pobres.
El zapatismo fue un movimiento fundamental que influye fuertemente entre los indígenas de zonas rurales, bajo el lema de “La Tierra es de quien la trabaja”. He aquí un texto de los zapatistas: “En tiempo de la guerra de la independencia de 1810 encabezada por el padre Hidalgo, somos los indígenas que más sangre dimos por la independencia y libertad de nuestra patria. Pero después de esa guerra de independencia y de libertad los indígenas seguimos ocupando el mismo lugar de esclavos, de pobres, de humillados y olvidados, se ignoraron la sangre de nuestros caídos y la existencia de los que sobrevivieron. Entonces no hubo libertad ni independencia de los indígenas, solo se cambiaron de amos y señor.
Luego la revolución de 1910, también somos
los indígenas y campesinos los que más sangre y vida dimos por tierra y
libertad porque fueron nuestros hermanos indígenas y campesinos los que
pelearon con valentía y heroísmo sin temor de perder más que la propia vida. Pero
después de esa revolución tampoco hubo tierra ni libertad para los indígenas y
campesinos. Los que asumieron el poder a nombre de la revolución después del
asesinato de nuestro general Emiliano Zapata también se olvidaron de los
indígenas [...].EZLN, Apertura de 'La
otra campaña', 2006.
Los acuerdos de San Andres: Entre 1995 y 1996, San Andrés Larráinzar sería escenario de uno de los ejercicios más democráticos que se tenga memoria en la historia reciente de México. Gobierno y EZLN construirían entre estires y aflojes, pero de cara a la sociedad, las propuestas que luego tendrían que verse convertidas en acuerdos para firmar la paz. Para ello, tanto los delegados gubernamentales como los zapatistas se hicieron acompañar de asesores expertos para cada uno de los temas en las mesas; a saber:
Los acuerdos de San Andres: Entre 1995 y 1996, San Andrés Larráinzar sería escenario de uno de los ejercicios más democráticos que se tenga memoria en la historia reciente de México. Gobierno y EZLN construirían entre estires y aflojes, pero de cara a la sociedad, las propuestas que luego tendrían que verse convertidas en acuerdos para firmar la paz. Para ello, tanto los delegados gubernamentales como los zapatistas se hicieron acompañar de asesores expertos para cada uno de los temas en las mesas; a saber:
1. Derechos y Cultura Indígena
2. Democracia y Justicia
3. Bienestar y Desarrollo
4. Conciliación en Chiapas
5. Derechos de la Mujer en Chiapas
El año de 1996 llegaría con la respuesta política
del EZLN acerca de los resultados de la Consulta Nacional e Internacional
por la Paz y la Democracia y con la firma de los acuerdos de la primera de
las seis mesas. Estos compromisos serían conocidos como los Acuerdos de San
Andrés.
La pérdida de la lengua indígena es aceptada por muchos de los padres para evitar que sus hijos sean rechazados; principalmente los niños y jóvenes han perdido su habla materna para incorporarse rápidamente a estereotipos de vida que surgen de la imitación y de programas televisivos.
Los indígenas mexicanos son un grupo importante de la migración hacia los Estados Unidos y Canadá que tienen características muy distintas con respecto a sus paisanos mestizos y blancos. Aunque los estadounidenses les llaman latinos, los indígenas rechazan que se les ponga una etiqueta con la que no tienen ningún vínculo racial, ellos argumentan que están emparentados más bien con los propios indígenas estadounidenses y no con los mestizos latinamericanos y descendientes de países mediterráneos.
La pérdida de la lengua indígena es aceptada por muchos de los padres para evitar que sus hijos sean rechazados; principalmente los niños y jóvenes han perdido su habla materna para incorporarse rápidamente a estereotipos de vida que surgen de la imitación y de programas televisivos.
Los indígenas mexicanos son un grupo importante de la migración hacia los Estados Unidos y Canadá que tienen características muy distintas con respecto a sus paisanos mestizos y blancos. Aunque los estadounidenses les llaman latinos, los indígenas rechazan que se les ponga una etiqueta con la que no tienen ningún vínculo racial, ellos argumentan que están emparentados más bien con los propios indígenas estadounidenses y no con los mestizos latinamericanos y descendientes de países mediterráneos.
Ellos son participantes de sus fiestas y tradiciones en sus
pueblos natales, no solo mandan remesas para construcción de sus viviendas sino
que también financian para las actividades comunitarias como el Tequio o fiestas religiosas, muchos de ellos
regresan a México en fechas importantes y después vuelven a cruzar hacia los
Estados Unidos. Generalmente buscan trabajos relacionados con actividades
agrícolas, pesqueras o ganaderas; ya que es muy importante entender el lazo con
la tierra y la naturaleza con la cosmogonía indígena de los pueblos mexicanos.
Algunos sufren burlas y rechazo de sus propios paisanos mexicanos que no son indígenas, muchas veces no logran compaginar con la forma de vida estadounidense o chicana; y a causa del desconocimiento de las leyes de este país, han creado conflictos culturales o de comportamiento como la venta o entrega de sus hijas a cambio de productos u objetos. Otros problemas se suscitan en los departamentos multifamiliares por la celebración de ritos ancestrales sin conocer el régimen de condóminos.
Muchos son los problemas sociales y de salud que sufren los pueblos indígenas de México en el siglo XXI; entre estos están los problemas generados por la migración como la propagación de VIH (SIDA) principalmente entre las mujeres, la desintegración familiar, el alcoholismo y otras como la obesidad mórbida, ocasionada por los malos hábitos de alimentación (mismo problema que comparten con otros grupos indígenas de Estados Unidos y Canadá).
En la lucha por el cuidado de la naturaleza está presente la voz de los pueblos originarios de México, en la defensa del medio ambiente está la denuncia de la tala clandestina de los bosques y el aprovechamiento irracional de éstos, el cuidado del agua donde se vio la movilización de las mujeres mazahua en defensa de los derechos y en contra de adversidades surgidas por el proyecto Cutzamala.
En la Historia de México hay dos significativos hechos que iluminan la vida de los pueblos indígenas: La Virgen de Guadalupe y el indio Juan Diego:
El indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin, a quien la Virgen Santa María de Guadalupe le visitó, era un indígena chichimeca de Tlayacac en Cuauhtitlán,lugar que estaba localizado a 20 kilómetros al norte de Tenochnitlán. Juan Diego fue el encargado por Santa María de Guadalupe de llevar el Mensaje Guadalupano a los indígenas.
Santa María de Guadalupe, la "morenita del Tepeyac" como así la llaman cariñosamente los indígenas en México, el 1531 se presentó al indio Juan Diego con rostro mestizo y mirada humilde para traer vida y esperanza a todos, especialmente a los indígenas. Que Ella, la amada Virgen de Guadalupe, con amor de madre proteja y asista a los pueblos indígenas de Mexico y de toda América.
Algunos sufren burlas y rechazo de sus propios paisanos mexicanos que no son indígenas, muchas veces no logran compaginar con la forma de vida estadounidense o chicana; y a causa del desconocimiento de las leyes de este país, han creado conflictos culturales o de comportamiento como la venta o entrega de sus hijas a cambio de productos u objetos. Otros problemas se suscitan en los departamentos multifamiliares por la celebración de ritos ancestrales sin conocer el régimen de condóminos.
Muchos son los problemas sociales y de salud que sufren los pueblos indígenas de México en el siglo XXI; entre estos están los problemas generados por la migración como la propagación de VIH (SIDA) principalmente entre las mujeres, la desintegración familiar, el alcoholismo y otras como la obesidad mórbida, ocasionada por los malos hábitos de alimentación (mismo problema que comparten con otros grupos indígenas de Estados Unidos y Canadá).
En la lucha por el cuidado de la naturaleza está presente la voz de los pueblos originarios de México, en la defensa del medio ambiente está la denuncia de la tala clandestina de los bosques y el aprovechamiento irracional de éstos, el cuidado del agua donde se vio la movilización de las mujeres mazahua en defensa de los derechos y en contra de adversidades surgidas por el proyecto Cutzamala.
En la Historia de México hay dos significativos hechos que iluminan la vida de los pueblos indígenas: La Virgen de Guadalupe y el indio Juan Diego:
El indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin, a quien la Virgen Santa María de Guadalupe le visitó, era un indígena chichimeca de Tlayacac en Cuauhtitlán,lugar que estaba localizado a 20 kilómetros al norte de Tenochnitlán. Juan Diego fue el encargado por Santa María de Guadalupe de llevar el Mensaje Guadalupano a los indígenas.
Santa María de Guadalupe, la "morenita del Tepeyac" como así la llaman cariñosamente los indígenas en México, el 1531 se presentó al indio Juan Diego con rostro mestizo y mirada humilde para traer vida y esperanza a todos, especialmente a los indígenas. Que Ella, la amada Virgen de Guadalupe, con amor de madre proteja y asista a los pueblos indígenas de Mexico y de toda América.