Tulum fue una ciudad amurallada de la cultura
maya ubicada en el
Estado de Quintana Roo, Peninsula del Yacatan, en el sureste de México, en la costa del Mar
Caribe. Es en la
actualidad un gran atractivo turístico de la Riviera Maya.
Recorrer la zona Arqueológica de Tulum es una
experiencia increíble. Una ciudad a orillas del Caribe donde residían los
príncipes Mayas, donde se encontraban sus palacios, su observatorio astronómico
y un faro que permitía a los navegantes orientarse y el que usan los navegantes
locales en la actualidad.
La ciudad maya se encuentra dentro del Parque nacional Tulum. La
ciudad recibía en la antigüedad el nombre maya de Zamá (que significa en
maya amanecer) y el actual, Tulum (que significa en maya muralla),
que parece haber sido utilizado para referirse a la ciudad cuando ya se
encontraba en ruinas. Por los numerosos registros en murales y otros trabajos
encontrados en los edificios de la ciudad, se tiene considerado que Tulum fue
un importante centro de culto para el llamado "dios descendente".
Aunque se han encontrado inscripciones que datan de 564,
la mayor parte de los edificios que se aprecian hoy en día fueron construidos
en el periodo
posclásico de la civilización maya, entre los años 1200
y 1450. La ciudad todavía era habitada en los
primeros años de la colonia pero a finales del siglo XVI ya no quedaban residentes.
En la cultura maya, se le daba una importancia a la planeación
de la ciudad según la cosmología, y es así que la construcción de la ciudad de
Tulum se basó en el concepto de las “cuatro esquinas” que hace referencia a los
puntos cardinales y que a su vez surge del antiguo patrón cósmico de cinco
puntos. La ciudad como cuadrilátero, representaba un mundo ordenado, racional,
hecho para dioses y hombres por igual. En cada esquina o entrada se instalaron
balames protectores o guardianes del pueblo.
En 1842, John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood, quienes previamente
habían estado en Copán, Palenque y Uxmal, decidieron conocer
Tulum y Catherwood no podía dejar pasar la oportunidad de dibujar dichas
ruinas. Es evidente la combinación de arquitectura maya y del centro de México.
Uno de los edificios más importantes se llama El Castillo y está construido
frente al mar, es probablemente una de las construcciones más antiguas de la
ciudad. Es una construcción impresionante que tiene presenta elementos que
hacen referencia al Sol y a Venus,
además de que el Castillo se asienta sobre un acantilado, y en la parte
inferior hay una cueva; esto representa de forma clara el concepto vertical del
universo, donde existen planos superiores, y la cueva representa el inframundo.
El Templo del Dios Descendente ha recibido también mucha
atención por parte de expertos e investigadores, con una curiosa asimetría en
su fachada, la cual da al poniente pero la cual tiene un personaje de estuco
dispuesto en el nicho sobre el dintel en posición descendente que capta la
visión inmediatamente. Miller presenta la idea que las pinturas que se pueden
encontrar en el interior representan ideas de nacimiento y renovación,
relacionándolo a su vez con Venus en su aspecto matutino.
Otro edificio extraordinario es el Templo de los Frescos, los
muros internos están decorados con pinturas en tonos predominantemente grises y
azules; estos frescos impresionaron a Catherwood y a Stephens quienes
confirmaron nuevamente su opinión respecto a la grandeza maya.
Hasta principios del siglo XX algunos pueblos vecinos acostumbraban
a visitar el sitio para llevar ofrendas, pero el continuo flujo de turistas
puso la práctica en desuso. Algunos frescos encontrados en el interior de los
edificios sugieren algunas influencias mixtecas en la comunidad.
La arqueóloga Pilar Luna, especialista en arqueología marina de México,
explica que la importancia del edificio conocido como "El Castillo"
para los navegantes mayas, era porque les permitía sortear los peligros del
segundo arrecife de coral más largo del mundo. Los navegantes mayas para
arribar a Tulum, se conducían por mar abierto paralelamente al arrecife de
coral, cuando visualizaban "El Castillo", el cual cumplía con la
función de faro, ya que les indicaba el momento para tomar el canal que dividía
el arrecife, esto se lograba mediante la ayuda de dos ventanales de la fachada
de este edificio, los cuales al ser iluminados por luz natural o antorchas por
la noche, les indicaba el momento preciso para hacer girar las embarcaciones,
así evitaban chocar con el arrecife salvaguardando las mercancías que
transportaban.
Tulum fue una de las urbes mayas más significativas de los
siglos XIII y XIV, por ser una escala imprescindible para las rutas comerciales
de los mayas, en su explotación de las riquezas marítimas de las costas del
actual Quintana Roo. En su mejor momento, Tulum se perfiló como el nexo entre
las dinámicas comerciales marítimas y terrestres en el mundo maya. De hecho, en
Tulum han sido hallados objetos procedentes de varias regiones de la Península de Yucatán y
Centroamérica, lo cual pondera la trascendencia que tuvo, esta ciudad maya,
para el comercio del México Antiguo.