El arqueólogo Sergio Gómez, director del Proyecto
Tlalocan, que investiga la ofrenda hallada en el túnel bajo la Pirámide de la Serpiente Emplumada
de Teotihuacán, afirmó que “los hallazgos hasta hoy obtenido son de una
importancia capital y única, de increíble valor histórico”. Entrevistado por
Notimex, explicó que la información surgida de este descubrimiento es mucha y
muy variada, “tenemos más de 50 mil objetos recuperados, materiales únicos como
semillas de distintas plantas, materiales tan importantes como ámbar y hule”.
No obstante, el especialista fue cauto y consultado sobre si el valor de este
descubrimiento es similar al del Templo Mayor, acotó que cada uno tiene que ser
considerado en su justa dimensión.
“Cada espacio y cada lugar es importante, no se trata
de una competencia, los trabajos que se realizan en el Templo Mayor son
extraordinarios, pero son cosas distintas, contextos distintos, que se tiene
que trabajar diferente, pero no podemos compararlos”, dijo. “Contamos con
especialistas en técnicas de física nuclear, en biología, en estudios sobre
cerámica, en torno a materiales lapidarios y metálicos, y en relación al
posible significado astronómico que tuvo una parte del túnel”, apuntó.
Reiteró que al parecer el túnel encontrado refuerza
la teoría del ciclo del Sol, del ciclo de la vida, del inframundo, pues por su
orientación que corresponden al mito, de que la entrada a ese estamento se
realiza de oeste a este, como está construida la cavidad. “En la última parte
del túnel, que nosotros decimos que es el verdadero inframundo, es donde
estamos encontrando la mayor cantidad de ofrendas”, refirió Sergio Gómez.
Subrayó que los mitos narran que esa parte es un
lugar de riquezas, de abundancia y fertilidad, pero otros elementos importantes
son los minerales metálicos que están adheridos a las paredes y techos, que al
parecer recrean la bóveda celeste. “Te narran los mitos de que el inframundo
tiene su propia geografía sagrada, sus propias montañas, ríos y lagos y su
propia bóveda con sus estrellas, entonces todos estos elementos nosotros los
integramos y creemos que se trata de una representación de una metáfora del
inframundo”, insistió.
También consideró que tendría que replantearse la
historia de Teotihuacán, porque anteriormente se pensaba que la Ciudadela era la sede
del poder político y militar, pero la información que se tiene en la actualidad
indica que se trataba de un santuario. Un lugar al que podía entrar una gran
cantidad de gente para participar en los rituales que aseguraban la continuidad
del cosmos. “Entonces tenemos que replantearnos que la Ciudadela funcionó como
un santuario y un lugar donde se llevaba a cabo actividades de carácter
político, donde seguramente los gobernantes asumían el poder para gobernar a
sus pueblos”, precisó. “Por ejemplo la recuperación de pequeños fragmentos de
piel probablemente humana ha sido labor muy delicado, entonces tenemos que
hacer el trabajo con mucho cuidado. Adelantó que los trabajos serán reanudados
a principios de 2015. Fuente: unomásuno, diarioamanecer.