“Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza con valentía”, así intitularon su mensaje los participantes del Encuentro Mundial de la Juventud Indígena (EMJI 2019), celebrado en Soloy, Ngäbe-Bugle, Panamá.
Jóvenes indígenas
católicos de doce países, representando a cuarenta pueblos originarios,
rescataron la memoria viva de sus pueblos, la importancia de vivir en armonía
con la Madre tierra y ser protagonistas en la construcción del otro mundo
posible.
Tras recibir el
mensaje del Papa Francisco al inicio del EMJI donde invita a la juventud
indígena a “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza
que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”, los jóvenes reunidos en
Panamá mostraron su adhesión y alegría a las palabras del Pontífice.
Durante
el EMJI 2019, no faltaron las denuncias a las numerosas violaciones a la
dignidad de los pueblos originarios: invasiones y explotación de territorios
originarios, gobiernos que violan las leyes de protección ciudadana, las
transnacionales y los grandes proyectos económicos que violan a la Casa Común a
través de la minería, deforestación, construcción de hidroeléctricas y el
turismo invasivo.
“Así
mismo, reconocemos con dolor que las autoridades y gobiernos, quienes deberían
de cuidar a la población en general, especialmente a los más débiles, crean
alianzas con poderes económicos para llevar a cabo sus intereses individuales
marginando a los demás”, dicen en su comunicado final los pueblos originarios.
“Sentimos
el sufrimiento que vive particularmente el pueblo Naso y Emberá en Panamá por
la falta de respuesta del gobierno para la demarcación de su territorio, la
masacre de los pueblos indígenas en Brasil, especialmente los Guarani, Kaiowa y
Karipuna que viven con una amenaza inmediata de genocidio y la masacre de los
jóvenes nicaragüenses por defender los derechos de sus pueblos”, abundan más
adelante.
De igual
manera los jóvenes indígenas católicos se mostraron preocupados por la amenaza
y el asesinato de líderes indígenas “cuando defienden los derechos de sus
pueblos y la Madre Tierra”.
Entretejidos en la Casa Común
En la
parte central del comunicado de la EMJI 2019, los jóvenes indígenas, exigieron
el respeto a su diversidad, cosmovisiones y modos de vivir, manifestados en las
practicas del Buen Vivir. “De la misma forma nosotros como pueblos indígenas
reconocemos que la tierra es nuestra madre, por eso demandamos el cuidado de la
Casa Común para que todos los pueblos tengan vida y un futuro que ofrecer a las
nuevas generaciones debido a que en esta tierra estamos entretejidos”,
puntualizan en su comunicado.
Luego,
han hecho un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general que se
reconozcan y demarquen los territorios indígenas, y proporcionen una educación
que respete las culturas de los pueblos originarios como culturas distintas,
con sus propias riquezas y sabidurías.
“A
nuestra querida Iglesia, pedimos los espacios apropiados para vivir nuestras
espiritualidades, desde nuestras cosmovisiones, herencias de nuestras abuelas y
abuelos, y el respeto a las teologías particulares de nuestros pueblos, frutos
de la síntesis entre nuestra fe ancestral y la plenitud de nuestra esperanza en
la persona de Jesucristo”.
“¡Ha llegado el momento de vivir con alegría el rostro
indígena de la Iglesia!”
Una fiesta de
espiritualidad e inclusión social
Se espera
que aproximadamente 1,700 jóvenes indígenas de varios países del mundo
participen en el encuentro.
El
EMJI busca fortalecer la inclusión social de la población indígena. Tendrá
lugar del 17 al 21 de enero de 2019, en la comunidad de Soloy, de la comarca
Ngäbe-Buglé
La
preocupación por la digna participación indígena en las Jornadas Mundiales de
la Juventud siempre ha sido de interés para la Iglesia católica. Ante esta
inquietud, nace el primer Encuentro Mundial de la Juventud Indígena 2019
(EMJI), como parte de la pre-jornada de la JMJ Panamá 2019.
‘UNO DE
LOS OBJETIVOS ES LA FORMACIÓN DE LÍDERES INDÍGENAS JÓVENES EN SERVICIO A LA
IGLESIA Y SOCIEDAD Y, POR ÚLTIMO, EL AUMENTO DE CONCIENCIA EN LA IGLESIA Y EN
LA SOCIEDAD DE LOS DONES DE LA JUVENTUD INDÍGENA’,JOSÉ FITZGERALD –PRESIDENTE COMITÉ ORGANIZADOR
El padre
José Fitzgerald, presidente del Comité Organizador del EMJI 2019, informó que
el encuentro es un hito importante, ‘ya que será la primera vez que una
prejornada de la JMJ se organiza para recibir exclusivamente a los jóvenes de
los pueblos originarios del mundo’.
La
reunión se llevará a cabo durante los llamados ‘días en las diócesis’, del 17
al 21 de enero de 2019, en la comunidad de Soloy, en la comarca Ngäbe-Buglé,
bajo el lema ‘Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza
con valentía’.
Se espera
la participación de 1,700 jóvenes indígenas de varios países del mundo en una
actividad que es exclusiva para los jóvenes indígenas. Sin embargo, la ‘Aldea
Indígena’ será un espacio de encuentro entre los jóvenes indígenas y no
indígenas en la ciudad de Panamá durante el Festival de la Juventud, que se
desarrollará del 22 al 27 de enero.
Fitzgerald
manifestó que el evento tiene varios objetivos, entre ellos ‘fortalecer la
inclusión social de la población excluida en la Iglesia y la sociedad; la
formación de líderes indígenas jóvenes en servicio a la Iglesia y la sociedad
y, por último, el aumento de conciencia en la Iglesia y en la sociedad de los
dones de la juventud indígena’.
El
sacerdote destacó que se espera fortificar la colaboración e intercambio de los
pueblos nativos en la sociedad y en la Iglesia por medio del proceso de
organización de la EMJI.
ACTIVIDADES
Durante
el EMJI, corresponderá a los distintos pueblos presentar en forma artística
(fotos, arte, poesía, danza, canto, etc.) los testimonios vividos al confrontar
con éxito los desafíos pasados y actuales de los jóvenes.
El
encuentro tendrá como escenario las montañas de la comarca Ngäbe, al lado del
río Fonseca. Los peregrinos tendrán la oportunidad de sembrar varias clases de
árboles en el lugar, ‘como signo de su compromiso a seguir viviendo en armonía
en nuestra Casa Común’. Parte de la preparación para el EMJI será reflexionar
sobre estos procesos y expresiones, para compartirlos con los demás pueblos.
Los
1.700 participantes del EMJI serán jóvenes indígenas de varios países del
mundo, acompañados por agentes de pastoral y asesores. Un sub-grupo de los participantes EMJI serán los
200 líderes formados por medio de procesos de capacitaciones y de la
metodología ‘aprender haciendo’, para ser protagonistas de los varios niveles
de organización y en comisiones de trabajo, de manera tal que la experiencia
organizativa y el liderazgo tenga un impacto más allá del EMJI.
Sabiduría desde las propias culturas
P.- ¿Cuáles
actividades específicas se realizarán durante la pre-jornada para promover la
reflexión y celebrar la fe en Cristo desde la riqueza milenaria de las culturas
indígenas?
R.-El lema
del EMJI es “Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza
con valentía”. Viene de las palabras del papa Francisco a los voluntarios, al
terminar la JMJ en Cracovia, en 2016. El
lema da los parámetros de la reflexión previa y del mismo encuentro, donde los
jóvenes reflexionarán sobre los retos actuales a la luz de la fe cristiana y la
gran sabiduría de sus propias culturas.
Algunos temas incluyen:
·
La
identidad indígena: Para la
gran mayoría de los jóvenes indígenas, su etnia ha sido y sigue siendo una
causa de discriminación en sus respectivos países. Los
jóvenes indígenas a nivel mundial están experimentando una crisis de identidad
estando entre dos mundos: su cultura particular y la sociedad en general. Durante
el EMJI los distintos pueblos presentarán en forma artística
(fotos, arte, poesía, danza, canto, etc.) los testimonios vividos al confrontar
con éxito los desafíos pasados y actuales.
·
Cuidar
la ‘Casa Común’: La
integridad del ambiente en los territorios indígenas está en perpetua amenaza
por las políticas energéticas (hidroeléctricas en los ríos) y de extracción
(minerías metálicas, petróleo). Las ‘áreas verdes’ del mundo coinciden con la
presencia indígena, por ser culturas que buscan la vivencia armónica con la
naturaleza. Fortalecer las sabidurías de los varios
pueblos referentes a la vivencia armónica con la creación es uno de los ejes
principales del EMJI.
·
Síntesis
entre la fe cristiana e indígena: Con una
fidelidad a los dos amos (indígena y cristiano), los
pueblos indígenas mantienen procesos de síntesis entre su fe ancestral y
cristiana, que resultan en expresiones de la fe en Cristo desde las
culturas particulares, donde estos dos amos se encuentran en armonía y sin
contradicción. Parte de la preparación para el EMJI será reflexionar sobre
estos procesos y expresiones, para compartirlos con alegría con los demás
pueblos.
Una preocupación con una
larga historia
P.- ¿Cómo pueden participar los jóvenes indígenas
interesados?
La JMJ
tiene una larga historia. En Argentina, Brasil, Australia, Canadá, etc; la
Iglesia se preocupó por la digna participación de los jóvenes indígenas en la
JMJ. Con el EMJI será la primera vez que una pre-jornada de la JMJ se prepara
para recibir exclusivamente a los jóvenes indígenas del mundo.Tenemos la esperanza de que, por medio
del Dicasterio de Familia y Vida podamos continuar la experiencia,
aunque dependerá mucho de dónde será la próxima sede de la JMJ.
El apoyo de los obispos
P.- ¿Qué obispos de la pastoral indígena están más
vinculados al EMJI 2019?
R.- Todos
los obispos de Panamá aprobaron con entusiasmo la organización del EMJI durante
su asamblea ordinaria en enero 2017. Monseñor Pablo Varela es el presidente de
CONAPI. El cardenal José Luis Lacunza, ordinario de la Diócesis de David, abrió
la puerta para tener el encuentro en la zona indígena de la diócesis y ha
apoyado la organización del mismo. Los
obispos encargados de pastoral indígena en los respectivos países, a lo largo
del continente, confirmaron su compromiso en apoyar el EMJI durante el
Simposio de Teología Indígena que se realizó en Paraguay, en septiembre 2017.
Monseñor Felipe Arizmendi, obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de
las Casas, de México, encargado de Pastoral Indígena a nivel de CELAM, ha
apoyado el EMJI desde las primeras conversaciones.
Entre los
objetivos de todo el proceso formativo y organizativo (no solamente el
encuentro en sí), se destacan: la inclusión social de la población excluida en
la Iglesia y en la sociedad; la formación de líderes indígenas jóvenes en el
servicio a la Iglesia y a la sociedad; y el aumento de la conciencia de los
dones de la juventud indígena. Esperamos
también fortalecer la colaboración e intercambio de los pueblos indígenas en la
sociedad y en la Iglesia por medio del proceso organizativo EMJI.
P.- ¿Tienen previsto hacer algunas peticiones y/o
aportes como insumo al Sínodo Panamazónico, entendiendo las complejidades de
nuestros pueblos indígenas de la zona?
R.- No
existe una relación directa entre el EMJI y el Sínodo. Sin embargo, estamos conscientes de que el EMJI toma
lugar después del Sínodo sobre los jóvenes y antes del Sínodo Pan-amazónico,
los cuales tratarán temas importantes para la población participante del EMJI.
“Los jóvenes indígenas
están buscando un lugar digno”
P.- ¿Cuál es su mensaje al mundo y los desafíos de
cara al EMJI 2019?
R.- Los
jóvenes indígenas están buscando un lugar digno en la sociedad y en la
iglesia. Son jóvenes con muchos talentos, energía y fe. Muchos están en
momentos de “reencontrarse” con sus propias raíces culturales y la riqueza de
sus tradiciones.
Frente de un mundo en crisis por el individualismo y consumismo, los jóvenes indígenas han encontrado en sus pueblos un camino que busca la armonía con la creación y los demás, conocimientos y modos de vida que el mundo actual necesita urgentemente. Por eso, las palabras del Papa –en Laudato Si’, en los discursos a los Movimiento Populares, en los encuentros con pueblos indígenas, etc.–, anima a los jóvenes indígenas seguir con su compromiso en la construcción del “otro mundo posible”.
Frente de un mundo en crisis por el individualismo y consumismo, los jóvenes indígenas han encontrado en sus pueblos un camino que busca la armonía con la creación y los demás, conocimientos y modos de vida que el mundo actual necesita urgentemente. Por eso, las palabras del Papa –en Laudato Si’, en los discursos a los Movimiento Populares, en los encuentros con pueblos indígenas, etc.–, anima a los jóvenes indígenas seguir con su compromiso en la construcción del “otro mundo posible”.
Texto del Manifiesto del Encuentro Mundial de la Juventud
Indígena (EMJI 2019)
A los
pueblos indígenas del mundo, a los hermanos y hermanas que comparten con
nosotros la fe católica y a las personas de buena voluntad:
Nos
hemos reunido, llenos de esperanza, jóvenes indígenas de 12 países
representando a 40 pueblos originarios, del 17 al 21 de enero de 2019 en Soloy,
Comarca Ngäbe-Bugle, Panamá, para compartir nuestra fe en Jesucristo desde la
riqueza milenaria de nuestras culturas. Tratamos temas como de la memoria viva
de nuestros pueblos, la importancia de vivir en armonía con la Madre tierra y
ser protagonistas en la construcción del otro mundo posible. Nos alegró recibir
el mensaje del Papa Francisco al inicio del EMJI donde invita a la juventud
indígena “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza que
los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.
En un
ambiente de danza, música y oración, también compartimos impactantes
testimonios que nacen de las realidades de nuestros pueblos, como sus luchas,
anhelos, sueños, esperanzas y dolores, de los cuales brota un grito de la Madre
Tierra y de sus hijos oprimidos. Entre las numerosas violaciones a la
dignidad de nuestros pueblos, escuchamos de las invasiones y explotación de
territorios originarios, gobiernos que violan las leyes de protección
ciudadana, las transnacionales y los grandes proyectos económicos que violan a
la Casa Común a través de la minería, deforestación, construcción de
hidroeléctricas y el turismo invasivo. Así mismo, reconocemos con dolor que las
autoridades y gobiernos, quienes deberían de cuidar a la población en general,
especialmente a los más débiles, crean alianzas con poderes económicos para
llevar a cabo sus intereses individuales marginando a los demás.
Sentimos
el sufrimiento que vive particularmente el pueblo Naso y Emberá en Panamá por
la falta de respuesta del gobierno para la demarcación de su territorio, la
masacre de los pueblos indígenas en Brasil, especialmente los Guarani, Kaiowa y
Karipuna que viven con una amenaza inmediata de genocidio y la masacre de los
jóvenes nicaragüenses por defender los derechos de sus pueblos. De igual manera
nos preocupa la amenaza y el asesinato de líderes indígenas cuando defienden
los derechos de sus pueblos y la Madre Tierra.
Por
eso, nosotros los jóvenes indígenas, reunidos en una sola voz, exigimos el
respeto de nuestra diversidad, cosmovisiones y nuestros modos de vivir,
manifestados en las practicas del Buen Vivir. De la misma forma nosotros
como pueblos indígenas reconocemos que la tierra es nuestra madre, por eso
demandamos el cuidado de la Casa Común para que todos los pueblos tengan vida y
un futuro que ofrecer a las nuevas generaciones debido a que en esta tierra
estamos entretejidos.
Hacemos
un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general que se reconozcan y
demarquen los territorios indígenas, y proporcionen una educación que respete
las culturas de nuestros pueblos como culturas distintas, con sus propias
riquezas y sabidurías.
A
nuestra querida Iglesia, pedimos los espacios apropiados para vivir nuestras
espiritualidades, desde nuestras cosmovisiones, herencias de nuestras abuelas y
abuelos, y el respeto a las teologías particulares de nuestros pueblos, frutos
de la síntesis entre nuestra fe ancestral y la plenitud de nuestra esperanza en
la persona de Jesucristo.
¡Ha llegado el
momento de vivir con alegría el rostro indígena de la Iglesia!