Ixtlán
del Río es un municipio ubicado en el sureste del Estado de Nayarit. Se
encuentra poco más de una hora de Tepic, la capital del estado de Nayarit. Se
le ha denominado la puerta de nuestro Estado (Nayarit), ya que todo
viajero que se encamina hacia cualquier punto del noroeste, o viaja al centro
de la República, pasa por esta ciudad.
El nombre de Ixtlán es de origen náhuatl, compuesto por los
vocablos itz-tli que significa obsidiana, y tlán, que
significa lugar donde abunda, luego el nombre significa: “lugar donde abunda
la obsidiana”
Al
norte limita con el municipio de Jala, al noroeste con La Yesca,
sirviendo de límite natural el Santiago; al
este y sureste con el estado de Jalisco,
estando en gran parte entre Jalisco e Ixtlán del Río el arroyo de San Antonio.
Al suroeste limita con el municipio de Amatlán de Cañas y al
oeste con Ahuacatlán.
Época prehispánica:
Ixtlán
del Río se caracterizó porque sus antiguos habitantes realizaron en el sitio
conocido como Los Toriles una serie de construcciones, entre las que destaca un
templo circular dedicado a Ehécatl, dios
del viento, en su advocación de Quetzalcóatl; único en su género por su aspecto
circular de 25 metros de diámetro.
En la
misma zona edificaron adoratorios en derredor de palacios, en dos niveles y con
cañerías para evitar inundaciones durante lluvias. También son varias las
tumbas de tiro localizadas en el territorio
La
población prehispánica de Ixtlán contó con talleres para elaborar instrumentos
de obsidiana, como puntas de flecha para la cacería y navajas, que fueron
objeto de comercio.
Esta cultura también se caracterizó por la aparición de
vasijas trípodes, cerámica crema decorado en rojo, joyas de oro, plata y cobre,
estatuas de piedra en forma de chácmol, tumbas y esculturas acompañantes en
forma de cuadrúpedos; en la zona se levantaron otros monumentos y se presume
hay otros sin descubrir.
Fue su
fertilidad, lo que atrajo el interés de las tribus Chimalhuacanas (grupo de
origen náhuatl-tolteca en el año 850 DC.). Pero también hubo otros
asentamientos en la región, siendo su suelo, donde se encuentran yacimientos de
obsidiana, material imprescindible en su tiempo para la fabricación de objetos
ceremoniales religiosos; así se tiene que para los antiguos toltecas un
cuchillo de pedestal representaba al Dios de la guerra, al Dios del sacrificio
humano, las tribus nayaritas con la influencia tolteca levantaron su “Ciudad
Sagrada”, sobre un yacimiento de obsidiana, dándole el nombre de Ixtlán,
localizada hoy día a 1,500 metros al oriente de la cabecera municipal de Ixtlán
del Río.
El Dios
de la guerra y del sacrificio, en nuestras culturas prehispánicas se denominó Quetzalcóatl, con
una doble personalidad: estrella de la mañana y de la tarde (Venus); entre los
nayaritas el sol era el dios padre. De aquí que Venus ha sido personificada por
Quetzalcóatl, joven guerrero, dios mártir siendo su representación por medio
del “cuchillo de obsidiana
símbolo del sacrificio”.
Hacia
el siglo XII, la cabecera fue fundada por tribus nahuatlacas en su paso hacia
el Valle de México. Junto
con Cacalután, Ixtlán formó parte del Señorío de Ahuacatlán.
Época colonial:
La zona
de Ixtlán del Río fue redescubierta por los españoles; Francisco Cortés de San Buenaventura, en 1525 procedente de Colima; y se
dice que en Ixtlán encontró a un aventurero español de apellido Escárcena,
quien por su cuenta y riesgo exploraba la región, y se sumó a la expedición del
primero. El encuentro de los españoles con los indígenas de ese lugar fue de
paz y cordura quedando como primer encomendero Martín Alonso.
Más
tarde Nuño Beltrán de Guzmán,
conquistó y destruyó las principales ciudades en 1532 a su paso después de
haber fungido como presidente de la primera Real Audiencia y fundado en Tepic la capital de Provincia de la Nueva
Galicia el 25 de julio de 1532; Ixtlán por la calidad de su artesanía, por su
ubicación en el paso de rutas mercantiles y por la riquezas mineras adquirió
una importancia regional. Don Hernán Cortés, aposentó en esta ciudad cuando
vino a la querella con Nuño Beltrán de Guzmán.
Durante
la época colonial, para el aprovechamiento de los cañaverales del valle, se
instalaron diversos trapiches, y por
ser la cabecera un paso obligado entre la capital de la Nueva Galicia y el
centro y costa del actual estado de Nayarit,
incluyendo Tepic y el Puerto de San Blas, cobró importancia la actividad
comercial. De igual forma, hacia Mezquites y La Higuerita, en la zona serrana,
inició la explotación minera.
El
primer Ixtlán hispano estuvo asentado en terrenos que ahora ocupa “La
Haciendita”, y que hacia 1650 se cambió donde actualmente se encuentra.
Desde la independencia de México
Antes
de la guerra de Independencia, el sabio de Tepic, Dn. Francisco
Severo Maldonado fue párroco de Ixtlán, además el luchó con el cura Miguel
Hidalgo en la lucha por la Independencia de México; en
Ixtlán se firmó el Acta de Independencia a las 10:00 hrs. del 22 de junio de
1821. En 1825, dentro del Séptimo Cantón de Jalisco, la municipalidad formó
parte del Departamento de Ahuacatlán. El 14 de marzo de 1828 el pueblo de
Ixtlán fue declarado Villa de Ixtlán.
El 25 de octubre de 1858, tras su pronunciamiento a favor de los liberales, el pueblo de Ixtlán fue incendiado y ocupado por fuerzas de Manuel Lozada, cuyos partidarios lo dejaron en paz definitivamente hasta que el General Carbo marchó contra ellos en 1876, tres años después del fusilamiento del caudillo. En virtud de la división política del nuevo Territorio de Tepic, en 1885 Ixtlán llegó a ser subprefectura
El 25 de octubre de 1858, tras su pronunciamiento a favor de los liberales, el pueblo de Ixtlán fue incendiado y ocupado por fuerzas de Manuel Lozada, cuyos partidarios lo dejaron en paz definitivamente hasta que el General Carbo marchó contra ellos en 1876, tres años después del fusilamiento del caudillo. En virtud de la división política del nuevo Territorio de Tepic, en 1885 Ixtlán llegó a ser subprefectura
Después
de la Constitución de 1917, Nayarit fue declarado Estado Libre y Soberano,
siendo Ixtlán del Río uno de sus 17 municipios. En el año de 1925 se construyó
la vía del ferrocarril del Pacífico que uniría definitivamente al noroeste con
el Occidente y Centro del país. Por ese mismo año, pero en el mes de abril, por
motivos políticos, Ixtlán del río fue declarado capital del estado de Nayarit
por 10 días y el Gobernador fue Ismael Romero Gallardo.
Entre
1926 y 1927 se generalizó la guerra cristera y el territorio de Ixtlán fue
escenario de escaramuzas, en las que participaron alzados provenientes del
vecino estado de Jalisco. En los años cuarenta y cincuenta, con la carretera
Tepic-Guadalajara, inició la consolidación de la actividad comercial de la
cabecera.
En los
años posteriores; el 3 de junio de 1932 debido a un fuerte temblor de tierra la
torre de la iglesia parroquial fue derribada. En 1942 se construyó la carretera
internacional e Ixtlán del Río siguió siendo paso obligado de las principales
comunicaciones, persistiendo en su auge de la famosa “Calle Real”, corazón y
artería de la economía ixtlense. En el año 1981 se inauguró el servicio de
drenaje que tanta falta hacía a ésta ciudad. En 1989 inició la construcción de
la autopista Plan de Barrancas y en 1994 se prolongó hasta la capital del
estado, con lo cual disminuyó flujo de vehículos y por lo tanto el comercio y
los servicios en la cabecera municipal. En 1996, por primera vez comenzó a
gobernar un alcalde perteneciente a un partido político distinto del que
mantuvo la hegemonía por décadas en Ixtlán del Río. Hoy en día el municipio
goza de un amplio desarrollo tanto como económico cómo industrial.
Paseando por la
ciudad de Ixtlan del Rio:
El
mayor emblema de la ciudad es el cerrito de Cristo Rey, un gran atractivo,
junto con otros edificios como su iglesia, el kiosco, los portales etc. y su
diversa gastronomía y cultura, lo convierten en un lugar pintoresco y cogedor.
La
ciudad de Ixtán del Río es un gran centro de intercambios de bienes y
servicios, esto puede notarse en los distintos comerciantes de diferentes
comunidades que se reúnen para la compraventa de sus productos. El principal
centro de comercio en la ciudad es el mercado municipal, así como los supermercados y micro-mercados
puestos en la zona.
A lo
largo de los años se han establecido exitosamente varias cadenas comerciales y
de autoservicios, así como bancos; tiendas de comida rápida, restaurantes
locales entre otros. Continúa existiendo la música autóctona
derivada de los instrumentos de las etnias Cora y Huichol. Actualmente, la
música de mariachi y banda sinaloense son las que con más frecuencia se
escuchan en las poblaciones.
El
templo parroquial de Santiago Apóstol
Lo que
más destaca es la parroquia de Santiago Apóstol, el estilo arquitectónico de su
construcción es barroco novohispano y rococó, este último estilo se aprecia en
las molduras y adornos que posee la edificación, esto la hace particularmente
bella, también posee influencias notables de arquitecturas plateresco.
Sus
inicios debieron ser a mediados del siglo XVI (1560 o 1570) ya que fray
Francisco Lorenzo, evangelizador del sur de Nayarit, procedente del convento de
franciscanos de Ahuacatlán (1551) iba poniendo cruces y evangelizando por donde
pasaba por lo que Ixtlán no podía ser la excepción; esta iglesia estuvo
primeramente dedicada a la Inmaculada Concepción hasta a mediados del siglo
XIX, primeramente fue Capilla de Visita de Jala hasta 1723 cuando se convirtió
en Vicaría y en 1800 se convierte en Parroquia, Es de hermosa cantera rosa,
donde se ostenta un nicho muy especial en que se encuentra la virgen de la
Inmaculada Concepción sobre una repisa o guardamalleta en forma de trinche,
sostenida por un ángel y toda bordeada por unos rayos de luz (único en su género),
a los lados se encuentran dos ménsulas con sendos ángeles que la resguardan. El
reloj antiguamente estaba empotrado en la torre y hacia 1930 se le hizo ese
nicho y quedó en ese lugar, en 1980 se cambió el reloj por el actual a
instancias del club de Leones.
En su
parte interior es en forma de cruz latina y el altar es de un estilo clásico,
tiene coro, sotocoro y púlpito así como pinturas y esculturas de imágenes muy
importantes. La cúpula no posee la misma antigüedad al resto de la estructura,
debido que durante un terremoto a inicios del siglo XX se destruyó casi en su
totalidad y se remplazó por la actual, levantada a imagen a las de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Esta
recia y bonita construcción fue terminada en el año de 1851, así ostenta la
fecha en la cúpula parroquial en los lados norte y sur, siendo su primer cura
Buenaventura González Hermosillo; otros destacados curas que han pasado por
este curato son: D. Salvador Rafael de la Brambila y García de Alva (un gran
sabio creador de la biblioteca de México), Francisco Severo Maldonado (Sabio e
intelectual que participó al lado de Hidalgo en la Independencia de México,
editor del periódico “El Despertador Americano”), D. Justo Barajas Miranda
(Maestro y Cura de gran trayectoria sus restos están en la propia parroquia).
El Portal Redondo
Portal
edificado en 1889 y funcionó como Mercado Municipal hasta 1944, fue el maestro
cantero Don Cruz Parada su constructor. En el siglo XVII este terreno fue parte
donde estuvo la “capilla y hospital de indios”, terrenos que pasaron a
propiedad del gobierno y proyectó varias obras, entre ellas una escuela, un
cementerio y el mercado, además de las plazas públicas. El mercado se conoció
como “Portal Abasolo” o “Plaza Tovar”, pero la gente prefirió llamarlo “Portal
Redondo”, originalmente el piso fue de cantera y en su corredor hoy podemos
encontrar “Las Nieves de Garrafa”, “El Pollo de la Picha” y “Los Dulces de la
Carreta”.
El cerro de Cristo Rey
El cerro de Cristo Rey
En el año de 1947 se inició la construcción de lo que en la
posteridad sería el monumento de Cristo Rey, a instancias del párroco D. Justo Barajas Miranda, se realizó
este monumento inaugurado el 30 de octubre de 1949, con la presencia de altos
dignatarios eclesiásticos y autoridades civiles, sin faltar la grey católica
ixtlense que apoyó en todo aquello que se hizo.
La escultura fue
encomendada al arquitecto Guadalupe Vázquez, ejecutándola en tres partes. Ya
terminada, la obra fue el ixtlense Don Tomás García Espinosa, quien como
albañil construyó el pedestal y la colocación de la estatua.
Para llevar los materiales
de construcción y el agua para los mismos se usaron recuas de mulas del Sr.
Francisco Carrillo. Después se hizo una brecha para que el camión del
transportista D. Jesús Hernández Muro “El Cito” pudiera llevar a los
trabajadores y los materiales que se necesitaban para agilizar la obra.
Concluido todo, lo
feligreses de Ixtlán y de otras regiones del país hacen romerías hasta llegar a
pie y postrarse ante la gran obra de Cristo Rey.
Es en el año de 1960 cuando
el camino atrás del cerrito de Santa Catalina –hoy de “Cristo Rey”– fue
empedrado, lo que permite a vehículos subir hasta donde se encuentra la
estatua.
En 1977 se logró –con ayuda
de personas religiosas altruistas– que se construyera la escalinata, la cual
tiene 544 escalones y 15 descansos, existiendo una cruz de madera en cada uno
de ellos.
La escalinata se encuentra
en lo que es el frente del cerrito volteando Cristo Rey hacia Ixtlán del Río.
En 1980 se realizaron obras para el Mirador Turístico Cristo Rey. Dentro de las
más importantes se encuentra la iglesia al pie del monumento, la explanada que
mide cerca de 1500 metros cuadrados de superficie, se construyeron sanitarios,
la torre y la instalación de una campana. El 25 de abril de 1998 se construyó
una Cruz y la Virgen de Guadalupe que fue confeccionada con solera metálica. En
1999 se conmemoró el cincuentenario del monumento, con destacados eventos religiosos,
deportivos y culturales.. El 18 de octubre de 2002, se bendijeron los pasamanos
metálicos que se pusieron a los lados de la escalinata a Cristo Rey, para dar
más seguridad a los visitantes.
En las fiestas de Cristo Rey las romerías suben y bajan usando
los caminos rústicos. Otros utilizan la escalinata y otros la carretera
empedrada, la cual después se le hizo un retorno; o sea unos suben por un lado
y otros bajan por otro en el espacio más peligroso.
Es una costumbre que los
que caminan por los caminos rústicos lleven antorchas que son de varias
manufacturas. Se le deposita diesel o petróleo; esto es para aquellos
feligreses tradicionales que van heredando de generación en generación la
costumbre de venerar a Cristo Rey.
La fiesta de Cristo Rey en
la última semana del mes de Octubre, donde la feligresía por nueve días sube al
cerrito donde se encuentra el Cristo. El último domingo de octubre es la gran
fiesta en donde el pueblo es visitado por cientos de gentes.
Zona arqueológica :
“Los toriles”
Se trata de un importante sitio que muy
posiblemente fue habitado desde el año 300 aC. hasta el 600 dC. En esa primera
fase se desarrolló un complejo cultural conocido como la tradición de las
Tumbas de Tiro en las que se depositaban ofrendas al interior de cámaras
fúnebres. Entre los años 500 y 600 d.C., se abandona la tradición de las tumbas
de tiro y su desarrollo se inscribe dentro de una amplia región cultural
conocida como Aztatlán, que se traduce en un apogeo de la ciudad hacia los años
750 y 1100 de nuestra era. Es entonces que el asentamiento urbano crece de
manera considerable con la construcción de amplias terrazas, palacios, templos
y adoratorios, adquiriendo cierta importancia regional como centro
manufacturero y de intercambio comercial.
Aunque en el sitio se han localizado un poco más de 85 montículos y estructuras que aún se hallan sin explorar, actualmente es posible visitar unas quince estructuras, entre las que destacan por su importancia el edificio llamado Templo de Quetzalcóatl que presenta planta circular con un pretil que la circunda con curiosas perforaciones en forma de cruz.
Aunque en el sitio se han localizado un poco más de 85 montículos y estructuras que aún se hallan sin explorar, actualmente es posible visitar unas quince estructuras, entre las que destacan por su importancia el edificio llamado Templo de Quetzalcóatl que presenta planta circular con un pretil que la circunda con curiosas perforaciones en forma de cruz.
En su parte alta se ven dos adoratorios del
estilo del Altiplano Central de México. Otros edificios importantes son el
llamado Palacio de los Relieves, el Palacio de las Columnas, el conjunto del
Palacio de las Cuatro Columnas y el Palacio en Escuadra. Ixtlán (donde abunda
la obsidiana) Es la zona arqueológica nayarita más estudiada. Su zona de
influencia se extendió por los actuales municipios de Ixtlán del Río,
Ahuacatlán, Jala y Santa María del Oro. Sus principales poblaciones fueron
Cacalután, Tepuzhuacán, Mexpan, Zoatlán, Xala, Jomulco, Tequepexpan, Camotlán,
Tetitlán, Acuitapilco y Zapotán. Cerca de la cabecera municipal de Ixtlán se
encuentran los restos de lo que fue el centro ceremonial más importante del
área: Los Toriles. En Los Toriles se encuentra una pirámide poco usual en
Mesoamérica, es una construcción redonda de 24 metros de diámetro por cuatro de
altura. Tiene cinco escalinatas distribuidas armónicamente en su perímetro. En
el muro que remata la parte superior se encuentran unas troneras en forma de
cruz.
Probablemente este centro ceremonial fue dedicado a Quetzalcóatl, personaje central de la cultura tolteca. Las tumbas de tiro son las construcciones funerarias más representativas del área, aunque aparecen otras modalidades como las tumbas de fosa o fosas de tierra donde sepultaban a sus muertos casi a flor de tierra. La cerámica está constituida por vasos de cuerpo esférico con alto cuello de paredes verticales y con triple soporte de cascabel.
Los motivos ornamentales más frecuentes son flores y mariposas estilizadas, cabezas de tigre y de venado. Abundan las vasijas decoradas con rombos y gajos de color blanco sobre rojo. Por las características especiales de la cerámica y esculturas de esta región, se les conoce con el nombre de “estilo Ixtlán”.
Las pequeñas esculturas de 30 a 40 centímetros de altura se
distinguen por los adornos consistentes en aretes y perforaciones operadas en
la nariz, donde colocaban uno o más aros. De la rica cerámica Ixtlán, destacan
las maquetas de excelente acabado, por medio de ellas podemos intuir las formas
de vida, la organización social y la vida económica característica de estos
pueblos.
Hay maquetas que representan casas, grupos en alguna actividad y canchas de juego de pelota. Son siempre construcciones con vida y movimiento. Son, asimismo, dignas de mencionarse las esculturas que representan guerreros, identificables por llevar un casco provisto de pequeñas prolongaciones en la parte superior; el pecho se encuentra protegido por una armadura y en las manos sostiene un bastón que hace las veces de un mazo. Generalmente la parte inferior va desnuda.
Probablemente este centro ceremonial fue dedicado a Quetzalcóatl, personaje central de la cultura tolteca. Las tumbas de tiro son las construcciones funerarias más representativas del área, aunque aparecen otras modalidades como las tumbas de fosa o fosas de tierra donde sepultaban a sus muertos casi a flor de tierra. La cerámica está constituida por vasos de cuerpo esférico con alto cuello de paredes verticales y con triple soporte de cascabel.
Los motivos ornamentales más frecuentes son flores y mariposas estilizadas, cabezas de tigre y de venado. Abundan las vasijas decoradas con rombos y gajos de color blanco sobre rojo. Por las características especiales de la cerámica y esculturas de esta región, se les conoce con el nombre de “estilo Ixtlán”.
Hay maquetas que representan casas, grupos en alguna actividad y canchas de juego de pelota. Son siempre construcciones con vida y movimiento. Son, asimismo, dignas de mencionarse las esculturas que representan guerreros, identificables por llevar un casco provisto de pequeñas prolongaciones en la parte superior; el pecho se encuentra protegido por una armadura y en las manos sostiene un bastón que hace las veces de un mazo. Generalmente la parte inferior va desnuda.